La memoria, atención
y concentración son clave para el desarrollo cognitivo del niño. Son habilidades fundamentales que se
desarrollan durante la infancia y le ayudarán a mejorar su aprendizaje y
comprensión.
La forma idónea de
fomentarlas en edades tempranas es a través del juego, esta es la herramienta
perfecta para trabajar la atención y memoria.
En esta etapa el cerebro está abierto a nuevos aprendizajes de forma muy
intensa. Los niños necesitan estimulación continua.
El
juego les divierte y es la forma más estimulante para aprender. Los juegos
fomentan factores intelectuales, familiares y sociales.
Debemos propiciar un
buen ambiente desde edades tempranas y elegir los juegos que le interesen y
sean propios de su edad.
Si el niño aprende a
prestar atención mejorara su memoria, percepción y razonamiento. La adquisición
de estas habilidades le ayudara a desarrollar el lenguaje y posteriormente la
lectoescritura.
Los padres juegan un
papel básico en el planteamiento de juegos y actividades que fortalezcan estas
habilidades. Participar con nuestros hijos con este tipo de juegos tiene entre
otras ventajas, que nos ayuda a reducir el impacto negativo del uso excesivo de
las pantallas. Siempre pueden integrar juegos y actividades compartidas y
activas, no pasivas como las pantallas.
Juegos
básicos para realizar en casa:
Puzles: Son muy recomendados ya que requieren de
bastante concentración, atención a los detalles, mantiene a los niños enfocados
en el desarrollo de la actividad. Se comienza por un número reducido de piezas,
e ir aumentando a medida que se completan. Es un actividad recomendad para
hacer juntos.
Laberintos:
es un juego muy interesante, les permite concentrarse en seguir el camino, la
salida correcta mientras va encontrando muros que obligan a reconducir el
recorrido. Fortalece la memoria visual y la orientación. Se elegirá el grado de
dificultad en función de la edad.
Juegos
de construcción: Con bloques,
piezas se desarrollan la imaginación además de la atención, el control de
impulsos. En los memores les gusta apilar pero a medida que crecen van creando
otras estructuras.
Manualidades: Moldear plastilina estimula la imaginación,
desarrolla la creatividad, trabaja la motricidad fina, favorece la
concentración, es relajante. A los niños
les gusta crear objetos, moldear.
Juego de parejas:
se utilizan cartas con imágenes iguales colocadas boca abajo. Los niños van volteando
2 cartas en cada jugada y deben recordar la imagen y posición de estas, para
emparejarlas al encontrar su pareja. Se trabaja la atención, concentración y la
memoria.
Leer cuentos: Contar cuentos, es una adecuada forma de ayudar a los niños a desarrollar su memoria. Leemos el cuento y luego les pedimos que nos cuenten ellos lo que recuerdan del mismo. A los niños les gustan mucho los cuentos y se mantienen muy atentos y centrados.
Canciones con
movimientos: Cantar canciones complementando con
gestos y movimientos repetitivos, mejora la memoria auditiva y asociativa. Aprender
canciones es una de las actividades más lúdicas para los niños con las que
potenciamos su memoria auditiva. Escuchar y recordar las letras implica
concentración en detalles y vocabulario.
Podemos completar con
el baile, seguir el ritmo de la música, recordar pasos, coordinar movimientos.
Ponemos en juego memoria y concentración.
Juegos de formas
geométricas: El niño coloca piezas en los huecos
correspondientes. Este tipo de juego refuerza la memoria visual y espacial,
además de promover la resolución de problemas.
El desarrollo de la
atención en la infancia es básico para su formación y habilidades clave para la
vida.
Como padres tenemos
que ayudar a nuestros hijos a fomentar la concentración y la memoria.
Plantearnos una rutina de juegos adecuados facilitando el aprendizaje de forma
divertida.
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