Cuando nace un bebe, cuenta con el elemento de supervivencia primaria como es el “apego”, se desarrolla hacia la figura que le aporta seguridad, protección y cuidados, no solo físicos, sino también y fundamentalmente emocionales. El afecto es concluyente en el desarrollo del niño, tan importante como su alimentación o los cuidados sanitarios. Un desarrollo armónico necesita de vínculos afectivos, desarrollados a través del contacto, el afecto sensible, de llenar las emociones del bebe. Los padres, tienen esa disponibilidad, son los responsables de responder a las llamadas de atención del bebé. Será por tanto en el contexto familiar donde el bebe va fortalecer su desarrollo emocional y un apego adecuado. Los tres primeros años de vida del niño son decisivos y si, los cuidadores principales no dan las ayudas adecuadas, su desarrollo emocional puede verse comprometido. Si estas...