El chupete es un objeto tranquilizador para los bebés. No sólo puede calmar el llanto o ayudarles a dormir, sino que además les reconforta gracias al efecto de succión que produce. El chupete es una fuente de consuelo para los niños ya que el reflejo de succión les aporta seguridad, confianza, tranquilidad y les sirve de consuelo y favorece el descanso. Debemos recordar que no se recomienda ofrecerlos en bebés amamantados hasta que esté bien establecida la lactancia materna, ya que puede interferir, Es aconsejable esperar a que el bebé cumpla el primer mes, es entonces cuando la lactancia materna se habrá regulado correctamente. Desde que nace y hasta el año y medio el niño siente la necesidad de satisfacer su reflejo de succión, es por ello que se lleva todos los objetos a la boca. En esta primera parte de su vida el bebé aprende no solo con mirar o escuchar, necesita recibir estímulos bucales que le informaran de sabores, texturas, durezas etc.. ¿Qué CONSECUENCIAS ...