La educación actual apuesta por una crianza sin castigos, lo que no implica que no haya limites, normas y consecuencias para educar y controlar su conducta. Los niños buscan espacios para reafirmarse y en ocasiones, no es fácil aplicar las normas que tenemos. La educación requiere de amor, paciencia y firmeza. La educación es enseñar, guiar y corregir, por lo que las normas y límites son necesarios para que aprendan el camino. En ocasiones los padres, ante la actuación incorrecta de nuestro hijo y dependiendo del momento emocional en el que nos encontremos actuamos con impulsividad y lo que conseguimos es asustar al niño con el castigo impuesto. Debemos actuar con disciplina positiva, límites claros y consistentes, aplicando consecuencias a sus actos, enseñando a ser responsable, basándonos en las comunicaciones afectivas con consecuencias naturales, no en el miedo. Qué diferencias hay entre castigo y consecuencias: Castigo El castigo no suele ser respetuoso y respond...