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Sistema vestibular en niños

     El sistema vestibular es el encargado de orientarnos en el espacio. Este sistema, está ubicado en el oído interno, dando información sobre el movimiento y posición de la cabeza.  Los movimientos del cuerpo son interpretados, enviando señales al cerebro y este los utiliza para saber nuestra posición en el contexto y entorno, poder mantener el equilibrio, desarrollo de la coordinación y control postural. 

    El sistema vestibular se desarrolla desde el nacimiento y día a día. Es el encargado de regular el movimiento y nos da conciencia de donde nos movemos. Aporta sensaciones, emociones satisfactorias que ayudan al niño a moverse, a desplazarse y experimentar con el movimiento.  

    Este sistema, no solo involucra al equilibrio y coordinación motora, también desempeña un papel importante en el desarrollo cognitivo. 

    En los primeros años los niños pasan por distintas etapas, control de la cabeza, volteos, sedestación, gateo, bipedestación, correr, trepar, saltar, etc. 

    El sistema vestibular ayuda a regular, la cabeza, la postura, los ojos enfocando adecuadamente, permite reacciones reflejas rápidas relacionadas con el equilibrio. 

    Es muy importante el desarrollo vestibular para el desarrollo del niño, le permite sentirse seguro en sus movimientos. Si no funciona correctamente puede tener problemas para sostenerse adecuadamente y se presenta como un niño torpe, de caídas frecuentes. 

 Algunos de los síntomas de la dificultad en el correcto funcionamiento del sistema vestibular pueden ser: 

  1. Alteraciones del equilibrio y coordinación. 

  1. En ocasiones excesivo miedo a actividades de movimiento como toboganes, columpios etc. 

  1. Dificultades en la coordinación de movimientos oculares. 

  1. Presentan con frecuencia sensación de inseguridad y estabilidad. 

  1.  Dificultades para comprender y procesar la información visual. 


    COMO TRABAJAMOS EL SISTEMA VESTIBULAR 

El trabajo ha de ser progresivo y paulatino, debe acostumbrarse disfrutando, juegos con pequeñas rampas, columpios seguros sin gran velocidad al inicio, uso de tobogán, montar en bicicleta. En la primera infancia se aprende más jugando y relacionándose con otros iguales. 

Con la mejora del sistema vestibular, se ven favorecidos el desarrollo del lenguaje, la capacidad de atención, el equilibrio emocional. 

Con los bebes, podemos hacer balanceos, bailes, giros, con suavidad sin brusquedad. Mantener la mirada durante la interacción con el movimiento. 

Cuando ya permanecen sentados, podemos iniciarlos en columpios bien seguros y adaptados. 

Los elementos de juego de los parques ofrecen muchas posibilidades de activar el sistema vestibular. Trepar escaleras, colgarse de las barras, toboganes, colchonetas, uso de bicicletas, etc. 

La variedad de experiencias sensoriales no solo fortalece las conexiones neuronales, sino que también prepara a ‍los niños para realizar tareas motoras complejas, como escribir o practicar deportes. 

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