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El gateo

 

    En el primer año de vida aparecen numerosos logros motrices, el gateo es una etapa esencial del desarrollo sensorial y cognitivo, pues en esta etapa activa conexiones neuronales muy importantes para el aprendizaje.

    El desarrollo cognitivo del niño se va produciendo de forma paralela al desarrollo de la actividad motora, por lo que son complementarias. El área motora lleva un progreso evolutivo pasando por distintas fases, control de la cabeza, volteos, arrastre, gateo y marcha autónoma.

    El gateo tiene un importante impacto en el crecimiento general del niño.  Es una etapa que se inicia entre los 7 y 8 meses. Requiere movimientos de coordinación con un patrón contralateral (movimiento cruzado de extremidades), este patrón neurológico hace posible un desplazamiento organizado y en equilibrio.

En esta fase importante el niño:

  • ·        Comienza a explorar su entorno más lejano, va desarrollando habilidades visuales. Va enfocando en distancias entrena la musculatura intrínseca del ojo y mejora la visión binocular. También desarrolla la coordinación óculo manual
  • ·        Tonifica sus músculos de piernas, manos y la columna, lo que le permitirá una mayor estabilidad al ponerse de pie.
  • ·        Va adquiriendo autonomía, al desplazarse por sí mismos. Puede llegar a sitios nuevos, alcanzar objetos en general satisfacer su curiosidad. Descubrir causa-efecto, resolver pequeños conflictos en su desplazamiento. 
  • ·        Desarrollo de la memoria espacial. Asimila e integra la información que le aporta el entorno. Va aprendiendo en dimensiones altura, lejania, profundidad anchura etc.
  • ·        El gateo ayuda a conectar los hemisferios cerebrales. Al gatear el lado derecho e izquierdo del cerebro trabajan en sincronía, favoreciendo la maduración de funciones cognitivas.
  • ·        Mejora y desarrolla el sistema vestibular (equilibrio) el sistema propioceptivo (reconocer las partes de su cuerpo) y el sistema táctil, le permite explorar múltiples texturas e integrar funciones táctiles en la palma de la mano.  
  • ·        Ayuda al desarrollo de reflejos ante las caídas, importante para prevenir accidentes cuando empiece a caminar.
  • ·        También le ayudara en la comunicación, pues ofrece oportunidades de juego compartido e interactivo.
  • ·        Desarrollo de las habilidades motrices finas, pues fortalece sus manos dedos, facilitando el mejor manejo de objetos y juguetes.
  • Como ayudo al bebe a gatear.

  • ·        Colocar frecuentemente al bebe en el suelo, para que afiance previamente el arrastre, colocándole juguetes cerca, pero que requiera para alcanzarlos un ligero desplazamiento. Colóquelo sobre
    una manta o alfombre de textura suave.
  • ·        Coloque cojines o almohadas en forma de rampa suave para que el bebé practique gatear cuesta arriba y cuesta abajo. 
  • ·        No es recomendable que permanezca mucho tiempo sentado en tronas o silletas, pues inhibiremos el deseo de desplazamiento.
  • ·        Como padres, es fundamental, ofrecer oportunidades, con un entorno seguro (control de enchufes, esquinas de los muebles, etc.) y espacio amplio para que el bebe pueda moverse libremente y gatear, compartiendo con él suelo y juegos que le motivaran a realizar más movimientos y cambios posicionales.
  • ·        Es oportuno ofrecerle juguetes que tengan sonido, luces, que motiven sus desplazamientos. Pelotas o juegos con ruedas que puedan empujar y perseguir. Mantas de actividades.
  • ·        No debemos saltarnos la etapa, queriendo que ande pronto, poniéndolo en andadores o forzarlo a ponerse de pie y andar dándole las manos. No está todavía preparado y no debemos acelerar su musculatura, su estructura ósea y postura. Cada niño tiene un ritmo.
  • ·        Cada bebe es único, sea paciente. Si el bebe no llegar a gatear, no se preocupe, no tiene relación con ningún retraso del desarrollo motor, pero si está demostrado que es una base importante para el desarrollo físico. Por ello debemos olvidarnos de los andadores. Cada niño tiene un ritmo y no debemos forzarle a andar erguido cuando aún no esté preparado.

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