En España, 1 de cada 8 niños nace de forma prematura, se
calcula que 28.000 bebés prematuros cada año en nuestro país. Un bebé prematuro nace antes de la
semana 37 de embarazo. Se establecen rangos de prematuridad:
Moderado tardío: aquellos prematuros que nacen entre las
semanas 32 y 37 de gestación; por ello su desarrollo se considera casi
completo, aunque es posible que puedan necesitar alguna ayuda adicional.
Muy prematuro: denominación que se aplica a los bebés que
nacen entre las semanas 28 y 32 de gestación. Por lo tanto, lo habitual es que
necesite tiempo de incubadora y ayuda para completar el desarrollo y maduración
de algunos de sus órganos.
Grandes prematuros o prematuros extremos: son aquellos
bebés que salen al mundo antes de la semana 28 de gestación o con menos de 1500
gr de peso.
El bebe prematuro ha
de finalizar la maduración fuera del útero materno, la primera etapa del
desarrollo dentro del vientre de su madre, no fue completada, y es necesario
hacerlo madurar progresivamente en su nuevo entorno. Algunos bebes pasan los
primeros meses de vida en el hospital.
La Atención temprana (A.T.) en bebés prematuros es
importante para que haya un buen desarrollo físico, cognitivo y emocional
adecuado. La atención Temprana tiene como
objetivo mejorar o prevenir los probables déficits en el desarrollo psicomotor
de niños con riesgo de padecerlos, creando ambientes ricos en estímulos que nos
permitan potenciar la adquisición de capacidades que no han sido debidamente
maduradas.
La eficacia de la Atención Temprana se basa en la máxima capacidad de asimilar e integrar
nuevas experiencias en edades tempranas del desarrollo, gracias a la capacidad
de la plasticidad cerebral,
posibilitando el aumento de interconexiones neuronales, como respuesta a ambientes enriquecidos con
estímulos debidamente programados.
La Atención Temprana pone en marcha programas específicos que contienen un conjunto de actividades, ejercicios y
técnicas que están destinadas a los niños que tienen, o no, un retraso en su
desarrollo. Los Equipos de Atención Temprana están formados por un grupo de
terapeutas multidisciplinares (fisioterapeútas, psicólogos, pedagogos, terapeutas,
logopedas...) cuyo objetivo es conseguir que las capacidades del niño sean las más óptimas
posibles. Ayudar, guiar, fortalecer y desarrollar todo su potencial. Sin
forzar, acompañando al niño y la familia en su desarrollo, con la meta de conseguir e ir superando fases evolutivas de una manera correcta.
La ejecución de los programas nos van orientando sobre la
evolución del niño, sobre lo adecuado de la misma o si se manifiesta alguna
dificultad en su desarrollo.
Los programas de actividades de estimulación, intervienen
en el niño de manera global, trabajando con ellos en todas las áreas de su
desarrollo: Desarrollo sensorial, sensoriomotriz, desarrollo
afectivo-comunicativo.
Para establecer un adecuado programa de las necesidades del
niño, trabajamos con los conceptos “edad cronológica”, que es la fecha en la
que nació, y la “edad corregida”, que es la fecha en la que debería haber
nacido, es decir la edad real que el bebé tendría si hubiera nacido en la fecha
que le hubiera tocado naturalmente. Esta última es la que tenemos en cuenta a
la hora de la evolución de su desarrollo y pautar acciones. Por lo tanto si un
bebé ha nacido dos meses antes de la fecha en que debería haber nacido, debemos
quitar dos meses a su edad real.
Esta edad corregida se suele mantener hasta los 2 años en
la elaboración de los programas del niño, a fin de valorar apropiadamente su
evolución en cuanto a su desarrollo y la consecución de los objetivos.
ES fundamental respetar sus ritmos, no ser estrictos con
los tiempos ni plazos exactos, ya que la consecución de los objetivos va a ir
más en línea con su edad corregida y no cronológica. Conociendo este dato, sabemos el
momento de desarrollo en el que se encuentra el niño.
El papel de los padres en la intervención es esencial, ya que el vínculo afectivo entre los padres y el niño es uno de los canales de estimulación más enriquecedores. Ellos son los que más tiempo pasan con sus bebés, son los que más estímulos pueden proporcionarles a lo largo del día. De ahí la importancia de dotar a la familia de estrategias, herramientas e ideas que les permitan enriquecer la comunicación con su hijo y a potenciar al máximo su desarrollo.
Cómo estimular a un bebé
prematuro
La intervención con
el programa establecido a seguir, viene marcado por las necesidades
particulares de cada niño y de cada familia.
Se comienza a trabajar cuando el niño este en casa y haya
pasado un mínimo de 3-4 semanas. El bebe se habrá adaptado a un ritmo de sueño,
alimentación, hogar y tranquilidad.
Teniendo en cuenta la edad corregida y sus características se
establece el programa personalizado y sencillo,
para evitar la sobreestimulación, los terapeutas orientaran y pautaran a la
familia, y se hará un seguimiento semanal o quincenal dependiendo de la
situación.
A medida que se va desarrollando iremos trabajando de forma
global los siguientes aspectos o áreas:
MASAJE. El masaje
nos ayuda a regular la temperatura y respiración. Fomenta y establece una
adecuada vinculación de afecto bebe/padres. Con el masaje podemos estimular
todos los sistemas del bebé, endocrino, respiratorio, inmunológico, relajación,
sueño y tono muscular.
El ejercicio del masaje se comienza progresivamente, siendo
inicialmente corto, muy suave y aplicado en pocas partes del cuerpo, como
piernas y brazos, a medida que vemos su reacción se pasar a realizar
movimientos en su abdomen y finalmente rostro.
DESARROLLO DEL TONO MUSCULAR. Serán las pautas marcadas a
trabajar por el fisioterapeuta, y en aspectos
iniciales del control postural: capacidad de levantar y sostener la cabeza en
línea media en las distintas posiciones o posturas básicas, de mantener la
cabeza erguida un tiempo en posición de tumbado
boca abajo.
En una superficie cómoda y suave se
realizaran movimientos en los brazos y piernas
del bebé, moverlos hacia arriba y hacia abajo, abrirlos y cerrarlos, de igual
manera hacerlo con sus piernas y complementar el ejercicio doblándolas y
estirándolas con cuidado. El ejercicio debe ser suave, recuerda que es un bebe,
por lo tanto, su piel y extremidades suelen ser muy delicadas, sobre todo en
sus primeras semanas.
JUEGOS DE ATENCIÓN VISUAL Y AUDITIVO. Colocar al bebe en distintas posiciones de lado, boca arriba, boca abajo para ofrecerle diferentes puntos de vista y desarrollar así sus sentidos y motricidad. Muestrele juguetes de diferentes colores, formas, que sean sonoros, intentando fomentar que sus periodos de atención sean cada vez mayores.
Fomente los seguimientos con objetos visuales y auditivos
DESARROLLO COMUNICATIVO.
Capte su atención y su
mirada. Frente al bebé realice gestos
con la boca, los ojos, la nariz o las cejas, para que vaya conociendo las
expresiones del rostro, por ejemplo abrir y cerrar la boca, sacar y entrar la
lengua, subir y bajar las cejas, inflar las mejillas, abrir y cerrar los ojos
etc.
Repita cada sonido, balbuceo, gorjeo que realice su bebé.
Así irá comprendiendo que esa es una forma de comunicarse.
DESARROLLO EMOCIONAL Y AFECTIVO.
El contacto con el bebé es imprescindible, cogerles en brazos,
abrazarles, hablarles, sonreírles, jugar con ellos, etc.
RECUERDE
Hay que buscar un equilibrio entre potenciar actividades
que fomenten su desarrollo pero respetando el límite y respetando siempre su
necesidad de tranquilidad y descanso.
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