El aprendizaje
supone la adquisición de nueva información. Nuestra mente, relaciona, asocia ideas
y conceptos, explora, experimenta...El aprendizaje lo entendemos como la forma específica que cada niño da respuesta a los estímulos del
ambiente ya sean sociales, emocionales o físicos y como en ese proceso comprendemos
e integramos la información con los
conocimientos previos que el niño ya dispone.
Evidentemente no
hay una única forma de aprender, sino muchas. No todos aprendemos igual. A las
distintas formas de aprender los
denominamos estilos de aprendizaje, es decir formas y medios a través de
los cuales integramos la información recibida del entorno.
Existen varios
tipos de estilos de aprendizaje en los niños, según el canal utilizado para
procesar la información, es decir, en los diferentes sentidos: el visual, el
auditivo y el manipulativo. Normalmente un niño combina varios estímulos, pero
suele prevalecer uno sobre el resto.
De manera global el
estilo de aprendizaje de la población es un 65% visual, 35% auditivo y un 5%
kinestésico. Estos porcentajes varían en función del estudio.
Aprendizajes de estilo visual
Los niños que
utilizan preferentemente este estilo, eligen el uso de imágenes, vídeos,
fotografías o pictogramas etc. y comprensión espacial para poder aprender. Suelen
tener, además, una memoria visual buena, y "dibujan" la forma de las
cosas en su mente. Recuerdan lo que vieron por el contacto visual con el
material que trabajaron.
Aprenden cosas
viendo cómo se hacen. Para potenciar sus procesos cognitivos requieren
visualizar, ver ilustraciones que les permitan conceptualizarlas. Recuerdan
detalles que parecen insignificantes sobre imágenes, paisajes y rostros, pero
que para ellos son muy significativos.
Les gusta poder ver
lo que les están explicando en cada momento. La habilidad de
escuchar no es su principal fortaleza porque pueden concentrarse mejor en lo
que ven.
Los niños que prefieren
el uso del sonido para potenciar su aprendizaje aprenden escuchando y procesan
mejor la información a través del sentido del oído. Les gusta aprender
explicando y hablando, explicando o contando una historia. La enseñanza para
este tipo de niños se debería hacer por medio de narración de historias y otros
métodos de enseñanza orales. Logran
captar fácilmente la información a través de la palabra. Aunque a veces parezca
que no está prestando atención, un chico que aprende de esta forma escucha y
comprende cada palabra. Recuerdan la información cuando la dicen en voz alta.
Necesitan o prefieren que les expliquen las cosas de forma oral.
APRENDIZAJES DE ESTILO manipulativo
Estos niños
prefieren el uso del cuerpo, las manos y el sentido del tacto para aprender. Aprenden
mejor moviendo y manipulando las cosas. Les gusta tocar el material y mover las
cosas, les gusta jugar a actividades manipulativas y muy sensoriales, moldear
con plastilina, etc. Suelen ser niños a los que se les dan bien las
manualidades y la creatividad.
El tacto es un
sentido muy importante para ellos. Necesitan participar manipulativamente en lo
que aprenden. Recuerdan mejor lo que hicieron que lo que vieron o escucharon, necesitan
manipular los objetos en vez de verlos o escucharlos.
No hay una
respuesta a la cuestión de "¿cómo se aprende mejor?". Lo
importante es la adaptación a las
particularidades de cada niño y su estilo, para que este sea más significativo.
Sea cual sea el
estilo de aprendizaje que tenga el niño, lo importante es encontrar
herramientas para potenciarlo. Para que los niños desarrollen adecuadamente
todas sus habilidades es recomendable identificar cómo construyen el
conocimiento más fácilmente. No hay estilos
puros, todos los niños utilizan diversos estilos de aprendizaje, aunque uno de
ellos suele ser el predominante.
El estilo de
aprendizaje (visual, auditivo o kinestésico) es el medio en el cuál el niño se
siente más cómodos para procesar la información que procede del mundo exterior.
Conocer sus
potencial en los estilos es una
información que nos servirá de despegue para diseñar estrategias didácticas más
efectivas, más gratificantes y significativas para él, también nos ayudará a entender el porqué de
sus comportamientos, necesidades, inquietudes, intereses y habilidades
sobresalientes.
No obstante y aun
conociendo su mejor herramienta, también debemos fomentar el uso de los tres
canales (visual, auditivo y kinestésico) para que la información pueda estar
complementada por distintos sentidos.
Como profesionales de la atención
temprana:
Hemos de conocer como utilizan cada
uno de los estilos de aprendizaje y en qué medida e intensidad, los niños con los
que trabajamos.
Crear situaciones de aprendizaje en
las que se incluyan los diferentes estilos, potenciando también aquellos que no
les son tan gratificantes.
Evaluar los resultados después de las diferentes actividades. Es
necesario observar a los niños, a través de la observación podremos comprender
cuál es la forma más efectiva para enseñar a los niños utilizando sus estilos
de aprendizaje dominantes.
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