Los niños tienen
que aprender a compartir. Durante los
primeros años de infancia, será cuando comience a entender el concepto y eso
requiere tiempo y paciencia, no es fácil, no se produce de un momento a otro,
requiere aprendizaje y tiempo. Es muy importante y necesario el apoyo de los
padres para desarrollar estas habilidades sociales y emocionales
El niño en
la infancia considera que todo giro entono a él y luchan por conservar lo
suyo. Es completamente normal que en
este primer periodo evolutivo, no entiendan que compartir no es perder. Dar sin
esperar nada a cambio, es una habilidad social que tienen que desarrollar y
necesitan apoyo de los adultos.
Es
importante saber que antes de los dos años la mayoría de los niños no están
preparados para compartir de manera voluntaria. A esta edad, el juego es
principalmente individual, y los objetos son una extensión de sí mismos.
Forzarles a prestar sus juguetes puede generar frustración.
A partir de
los tres años, los niños empiezan a interesarse más por los demás, empiezan a desarrollar la empatía, aunque
compartir sigue siendo un reto, pues es un periodo de inicio a entender las
emociones. Poco a poco, con paciencia y acompañamiento, pueden comenzar a
entender la importancia de prestar y recibir.
Será entre
los 4 y 5 años cuando son capaces de ponerse en lugar del otro y pensar que el
objeto no lo van a perder. Es un periodo donde se establecen ya amistades y sus
relaciones sociales se amplían y van conociendo las dinámicas sociales.
Algunas ideas para ayudarles:
·
Conversar con nuestros hijos, para que
expresen lo que sienten cuando se enfaden. Muestre una actitud positiva y
refuerce amablemente cuando reaccionan de forma adecuada, pues esto le
ayudara a entender que el compartir es
una emoción positiva.
·
Fomente las reuniones de grupo. Jugar con otros niños y la interacción con
ellos le enseñará que unas veces le tocara ceder a él y en otras al amigo y así desarrollara habilidades sociales y como se pueden hacer más amistades.
·
Como padres hemos de dar ejemplo. Los niños
aprenden por imitación, nos observan, si en casa se comparte tareas, comida, juegos y juguetes, etc. Compartir con
otras personas.
·
Desarrollar la empatía: El niño
puede aprender a ponerse en el lugar del otro y entender lo que siente.
·
Participar en actividades solidarias: Compartir
con otros algo de lo que se tiene. Ver como muchos otros también comparten con
los que necesitan.
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