En determinado momentos de la crianza, el trabajo de los padres cambia, pasa de ser tan protectores y convertirnos en orientadores, ayudándoles a encontrar sus soluciones, animándoles, apoyándoles, y sin sobreprotegerlos desarrollaremos su confianza y autoestima. Padres muy protectores trasmiten el mensaje de que las situaciones son peligrosas y que necesitan para todo la ayuda de los padres. Ser autónomo e independiente es un proceso de aprendizaje. Este aprendizaje es una colaboración entre padres e hijos. Hemos de enseñarles a desarrollar valores que necesitan para iniciar actitudes de resolución de situaciones cotidianas. Situaciones sociales, emocionales, conductuales, académicas. No hagamos por ellos, lo que ya pueden hacer solos. Ayudarles a ser independientes fomentar su autonomía y autoestima y desarrollar su funcionamiento ejecutivo, es decir organizarse, aprender de los errores. Para lograrlo hemos de establecer unos límites y normas bás...