El objetivo de la escuela infantil es generar un ambiente educativo seguro y acogedor, que proporcione al niño las condiciones adecuadas para desarrollar habilidades físicas, cognitivas, emocionales y sociales.
La
escuela infantil ofrece gran variedad de estímulos, juegos que las
profesionales muy bien preparadas, organizan para un adecuado aprendizaje. El
juego es la herramienta fundamental para el aprendizaje a estas edades. Fomenta
la curiosidad y estimula la creatividad siendo el eje de todas las actividades
en la escuela infantil.
En
esta etapa no se trabajan contenidos curriculares, se desarrollan otras
actividades diseñadas para conseguir un desarrollo integral, planifican
habilidades, que fundamentaran su futuro escolar.
Los
tres primeros años de vida son básicos para el desarrollo del niño, es en este
periodo de tiempo cuando se van a sentar las bases de su personalidad,
socialización, estimulación cognitiva y gestión emocional. Por ello, el trabajo que se realiza en las
escuelas infantiles es muy importante para el desarrollo del niño.
La
escuela infantil es un lugar flexible y abierto a las necesidades y demandas de
los niños.
Los
principales beneficios de la escuela infantil son:
Estimulación
de la comunicación verbal. Enriquecen
su vocabulario al necesitar comunicarse con iguales continuamente. Se utilizan
cuentos, juegos de roles, etc.
Desarrollo
de la autonomía. El niño va
consiguiendo poco a poco resolver por sí solo pequeñas dificultades que se le
van presentando en su quehacer cotidiano con los compañeros. Se trabajan tareas
tales como ponerse el abrigo, comer solos, recoger juguetes, lavarse las manos.
Estas tareas fortalecen su autoestima a medida que va siendo más independiente.
Ayuda
a establecer rutinas y hábitos. La escuela tiene un horario, que permite la
adquisición de rutinas, muy importante para el bienestar del niño. Rutinas como
la comida, la siesta, la higiene, el juego. Estas rutinas ayudan al niño a
adquirir un sentido de la organización fundamental para su desarrollo.
Desarrollo
social. El periodo cronológico de la
escuela infantil es clave para el desarrollo psicosocial. Al estar compartiendo
con otros niños aprenden a convivir y cooperar, a desarrollar habilidades
sociales básicas, como compartir, esperar turno, resolver pequeños
conflictos.
Desarrollo
psicológico. Relacionarse con
otros niños les permite crear lazos afectivos, desarrollar valores positivos,
les ayuda a conocerse mejor, a aprender sobre sí mismos y como sus acciones
afectan a los demás, reconocer las consecuencias de sus actos. En general
enseña normas básicas de convivencia y de respeto a los demás. El aprendizaje
de control de emociones les ayuda a mejorar su conducta. Se estimula su autocontrol
emocional, circunstancias que le ayudaran en la preparación para la vida
adulta.
Desarrollo
de sus capacidades motrices. Trabajará actividades de motricidad gruesa
desarrollando el equilibrio y la coordinación con juegos que implican
habilidades físicas, bicicletas, columpios juegos de pelota etc. y motricidad
fina con actividades plásticas, pinturas, rasgado, plastilina etc.
Refuerza
la futura escolarización. El niño se
habitúa a rutinas, horarios y ritmo de trabajo.
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