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Autonomía, sin prisa pero sin pausa.

Poco a poco nuestros niños van creciendo, se van haciendo más autónomos y reclaman su espacio, quieren hacer ellos solos muchas cosas. Pues este es el momento de ayudarles, dejar que vayan probando, que lo intenten, siempre que no corran peligro. Hemos de enseñarles los pasos estando a su lado y estimulando su aprendizaje. 

Debemos de dejar hacer y dejar de proteger en exceso. A veces frenamos su aprendizaje al realizar nosotros lo que podrían hacer ellos. Entorno a los 20/24 meses el niño tiene capacidad para ser autónomo en pequeñas acciones cotidianas. Si protegemos en exceso, le enseñamos que los que saben hacerlo son los adultos y le vamos acomodando, desarrollaremos una actitud cómoda.

Como iniciamos el aprendizaje de los pasos de autonomía?

Atenderemos a las rutinas diarias  e iremos incorporando poco a poco actividades que realizamos diariamente de forma regular y periódica. Les ayudaremos con la organización de las mismas.

Las rutinas son muy importantes. Establecerlas puede parecer algo muy simple, pero a la vez es complicado de mantener en el tiempo si no somos constantes en ello. Los niños pequeños necesitan tiempo para madurar y para  poder adquirir habilidades.

Planteamos en tres pasos el aprendizaje de rutinas:

1-    Identificación (sobre todo de los padres); Lo primero que tenemos que plantearnos es nuestra propia actitud como padres, frente a su ensayo e intento de realizar las tareas de forma autónoma. Debemos dejar que ensayen que se equivoquen, que se mojen, que se manchen, que se caigan…

Hemos de aprender a no intervenir en todas las situaciones problemáticas o difíciles que se les planteen,  si a  estar a su lado, observar, mostrar, motivar y crear interés ante cualquier aprendizaje, esta actitud es  de vital importancia para ellos. No debemos ser rígidos están aprendiendo.

2-    Imitación de los diferentes modelos de comportamiento (padres, hermanos…). los niños son lo que experimentan y el mejor ejemplo son los padres son las figuras del modelado La actitud del adulto debe ser siempre amable y empática, ambiente relajado y sin prisas. Siendo ejemplo.   

  Los padres, deben implicarse en el proceso, guiando e interviniendo cuando sea necesario y dejando actuar al niño por sí mismo cuando la situación lo requiera.

Hay que buscar  actividades que los pequeños puedan realizar, es decir, que sean apropiadas para su edad y momento madurativo. Se debe explicar qué tiene que hacer y cómo lo tiene que hacer, de manera clara y con pocas palabras, en un ambiente relajado y sin prisas.

3-    Práctica en la casa, Durante estos primeros años la familia tiene un papel básico insustituible en la transmisión a sus hijos de valores, normas, hábitos, rutinas y costumbres.

Será la práctica  diaria y repetitiva pues  todos los días nos lavamos las manos, siempre en circunstancias similares, todos los días nos cambiamos de ropa y nos bañamos en horarios similares, etc.. las rutinas  que nos van ayudar, pues en ellas se ponen en marcha todos mecanismos cerebrales y de aprendizaje del niño que contribuyen a una mejora de nuestra capacidad cognitiva.

Preparad lo necesario: si le vamos a enseñar a guardar sus juguetes, hay que preparar un lugar adecuado. Explicarle que tiene que hacer y cómo.

Explicarlo y hacerlo por pasos, “primero abro el grifo, me mojo bien las manos, después me echo un poco de gel en la mano…”.

Poco a poco disminuir la ayuda, supervisando.

 









Las principales funciones que desarrollaríamos al trabajar rutinas y hábitos en el entorno infantil serían:

Ø Actuar como organizador  del concepto espacio temporal, percepción sensorial de los distintos momentos de acción antes y qué después.

Ø Potenciar procesos cognitivos, como concentración y atención.

Ø Desarrollar estrategias de planificación y organización de los aprendizajes.  

Ø Razonamiento lógico en el proceso “capacidad de pensar”.

Ø Generar seguridad y autoestima.

Ø Desarrolla la responsabilidad y  la autodisciplina interna.

Ø Desarrolla la psicomotricidad gruesa y fina, equilibrio y coordinación. En tareas como vestirse y desnudarse comer solo lavarse solo.

Autonomía

Aprendo en casa. Rutinas



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