Sera en el hogar, donde se
den las mayores circunstancias emocionales y contextuales para poder marcar las
líneas de ese proceso de desarrollo.
Ser autónomo es la
capacidad de actuar por si solo sin
ayuda, sin dependencia en las tareas diarias de la vida cotidiana.
La autonomía se
consolidará a través del establecimiento de rutinas que se convertirán en
hábitos y estos en actitudes para finalmente ser una persona apta.
Hemos de empezar
necesariamente en la primera infancia con las rutinas. Nuestros hijos son
grandes imitadores de nuestras acciones. El niño comienza a tener iniciativa y
motivación para realizar tareas cotidianas solo, podemos aprovechar esto para
ir enseñándole y dándole pautas de actuación.
Cuáles son las rutinas básicas en la primera infancia:
1) Las de aseo/higiene: lavarse manos,
peinarse, vestirse solos…2)Las de alimentación: comer solo, poner y quitar la mesa…
3) Cuidado de sus cosas: recoger sus juguetes, coloquen los libros en su lugar después de usarlos…
4) Colaboración en las tareas de casa: poner
la ropa sucia en el cesto, poner y quitar la mesa…
1.
Dan seguridad: Las rutinas son por definición predecibles y constantes, dos
aspectos que aportan seguridad. Cuando los pequeños repiten la misma tarea
todos los días, desarrollan la capacidad para predecir acontecimientos, sintiendo
con ello control del entorno y seguridad.
2.
Estimulan la autonomía: En la medida que va consiguiendo sus pequeños logros se
se independiza un poco más de sus padres ya que empieza a desarrollar sus
propias habilidades.
3.
Facilitan la comunicación familiar. Al principio mientras realizan la rutina
estaremos con ellos dando información, atención, diálogo y comunicación.
Fomentamos su lenguaje.
4.
Favorecen el desarrollo emocional: las rutinas ayudan a los padres a crear
momentos de conexión emocional con los niños, de conectar con ellos, de
compartir emociones y habilidades.
5.
Desarrollan habilidades de motricidad gruesa y fina, coordinación y equilibrio, según de que tarea se trate.
¿Cómo enseñarles a los niños a desarrollar las rutinas?
Tenemos que planificar con que rutinas
empezamos, elegir las que a ellos les gustan, las que les sean más divertidas y
teniendo en cuenta su edad. Elijan una
rutina que quieran asentar y no empiecen con ninguna otra hasta que esta esté
casi finalizada.
Comenzaremos con ayuda importante para
iniciar la rutina, mostrándoles cómo se hace e iremos dejando de prestarla, por
pasos a medida que veamos que mejoran e intentan hacerlo solos. Dejémosles que
se equivoquen.
Constancia, con las prisas, es fácil
saltarse los pasos. Controle su propio tiempo en función del que necesita su
hijo para realizar la tarea.
Las rutinas tienen secuencias que el niño
va aprendiendo y por tanto anticipando. Trate de seguir el orden.
Las rutinas implican también compartir
tiempo, en el proceso se crea un vínculo afectivo estable y entretenido,
sabemos que lo interesante y divertido es más fácil de aprender. No sean
rígidos en el proceso, déjenle hacer sin prisa, sin mala cara.
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