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La familia protagonista de la educación social.

     
La familia es núcleo básico y fundamental donde los niños sienten protección, afecto y seguridad para que crezcan sanos y felices y donde van a recibir la educación afectivo-social para formar parte de una sociedad. Es en la familia donde se aprende a convivir, a valorar, respetar y formarnos socialmente, el primer agente de socialización en la vida de los niños. 
    Los niños aprenden por la interacción de experiencias con el medio que le rodea, durante los 6 primeros años son más vulnerables y es necesario crear un ambiente armónico con variedad de oportunidades de aprendizaje y pautas que le hagan sentirse seguro y querido, que le permitan establecer vínculos afectivos.
  La importancia de la familia en educación infantil radica precisamente allí, en la construcción de un concepto de sociedad, de individuo que le permite a los niños establecer buenos vínculos con la sociedad, reconocer las normas de cultura y comunidad y el respeto por los otros.
  Será en la familia donde se creen los cimientos de su futura personalidad, pues es el modelo positivo en quienes se reflejan, de quienes aprenden y se desarrollan a nivel cognitivo, emocional y psicosocial.
    Las dinámicas familiares son fundamentales, como se comunican y expresan sus emociones, como resuelven los conflictos, como se apoyan, como se resuelven las necesidades de los niños, que estímulos se ofrecen, tales como actividades lúdicas, creativas de exploración. 
   El futuro de nuestros niños está en nuestras manos, y es nuestro deber asegurarnos de que crezcan en entornos familiares que les permitan florecer y alcanzar su máximo potencial. 
  Sabemos que La crianza de un niño no es una tarea sencilla, y requiere de un gran esfuerzo por parte de los padres. Pero es una gran experiencia gratificante. Cómo podemos ayudar a nuestros hijos. 

Podemos tener en cuenta varios aspectos: 
1- Actitud emocional : hemos de procurar una buena autoestima, que reconozca sus sentimientos, que los exterioricen, que se sienta seguro. 
• Podemos ayudarle a hacer las cosas propias de su edad, vestirse, asearse, ayudar en tareas básicas. Aliéntelos a hacer las cosas. 
• Felicitemos su esfuerzo, sus ganas de hacer las cosas. Reconozcamos sus avances, les daremos seguridad frases como “lo has conseguido tú solo, sabía que lo ibas a lograr” 
• La autoestima y la seguridad harán que niños y niñas estén preparados para establecer relaciones sanas y equilibradas.

2- Sea un ejemplo de conducta: El niño va a copiar las actividades/conductas de los padres, cuando hacen las tareas sin quejarse, con alegría. Son las figuras de referencia para su desarrollo futuro.

3- No sea crítico: Las palabras negativas a los niños influyen en cómo se sienten y no motivan y pueden dañar su autoestima. Corrija con tranquilidad, sin gritos, sin regañinas, sin palabras negativas. Sea cariñoso y le enseñara a exteriorizar los sentimientos y emociones. Demostrar afecto es un pilar básico aun cuando se está corrigiendo. 

4- Céntrese en sus fortalezas: Conozca aquellas cosas que hacen bien y deles oportunidades para que las desarrollen, eso les hará sentir bien y aumentar su autoestima, mejorando también su comportamiento. 

5- Fomento de valores: Como padres y responsables de familia debemos ser modelo e inculcar unos valores básicos entre ellos, respeto a los demás, amor al prójimo, empatía y tolerancia. Estos valores se aprenden en la familia.
















6- Coherencia entre ambos padres: A la hora de establecer normas han de ser coherentes ambos padres con respecto al modelo de actuación, la disparidad repercutirá en el niño, no sabiendo muy bien en cada momento como proceder. 

7- Abiertos a su necesidades: La familia es el núcleo donde el niño aprende a consultar, a solucionar sus dudas, a tener acompañamiento día a día para construir su personalidad, a entender las situaciones por las que va pasando, a recibir orientaciones y consejos. El acompañamiento le dará seguridad y confianza en sí mismo.




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