Durante los últimos años se ha constatado un fuerte incremento en
la demanda asistencial de niños,
que presentan como marco general problemas
de aprendizaje y bajo rendimiento académico. A partir de esta situación, surge
la necesidad de establecer las diversas causas de dichos problemas y
desarrollar la intervención. Se estima que los trastornos de aprendizaje tienen
una prevalencia entre el 10 y 15% y son la causa principal de fracaso escolar.
Entre los variados tipos de alteraciones que originan trastorno de
aprendizaje, me interesa especialmente
el Trastorno procedimental (TAP). Definida a
grandes líneas como la dificultad para adquirir y automatizar procedimientos
motores y estrategias cognitivas de resolución de problemas, en situaciones
novedosas, imprevistas o cambiantes es decir, presentan dificultades en planificar,
supervisar, establecer un adecuado razonamiento
abstracto. Un déficit en la memoria procedimental.
Primeras
etapas del desarrollo, en nuestra experiencia, si podemos
constatar lo que algunos autores manifiestan; que este grupo de niños tiende a
la pasividad y a la poca capacidad de exploración del medio que los rodea,
utilizando muy escasamente sus recursos
motrices. Interactúan menos con los adultos, se muestran menos interesados a
los estímulos de su alrededor, tanto verbales como no verbales y dan una
respuesta pobre a las verbalizaciones de los adultos. Son poco participativos
durante las horas de las comidas y en los juegos. El desarrollo de las
habilidades motoras y el inicio de la marcha suelen mostrar un ligero retraso.
Su coordinación motora es pobre, sufren caídas frecuentes y golpes.
En la etapa
preescolar, manifiestan torpeza motora. Dificultades para el aprendizaje de
habilidades relacionadas con tareas de la vida cotidiana, comida, aseo, ponerse
o quitarse prendas, abotonarse etc. pueden
mostrar poco interés en hacer rompecabezas, bloques de construcción o
cualquier otro material apropiado para el desarrollo.
Al inicio
de la etapa escolar, dificultades en el reconocimiento y la copia
de letras y de números, en las áreas preferentemente manipulativas, tales como
dibujar y pintar. Y en general tareas que
requieren trabajar con un contenido de representación visoespacial.
Características
con dificultades centradas en áreas:
1.
Área
motora: La torpeza motora suele
ser de los primeros síntomas en detectarse, pueden presentar problemas en la
coordinación fina (recortar, abrocharse los botones, vestirse, etc.), en
motricidad gruesa (equilibrio, saltar, imitación de posiciones de las manos y
secuencias de gestos), consecuentemente, problemas en el grafismo. Dificultades
en actividades que requieren coordinación motora (ir en bicicleta, jugar a
fútbol, subir escaleras, etc.).
2.
Lenguaje: Aunque sus
habilidades fonéticas y morfosintácticas suelen ser buenas, pueden manifestar
dificultades en los aspectos pragmáticos del lenguaje, semánticos y en la
comprensión de inferencias. Estas dificultades pueden ser más aparentes cuando
las situaciones requieren una comprensión profunda y abstracción. Su discurso
puede ser pobre en contenido y con una narrativa desorganizada.
3. Funciones
visuoespaciales/visuoconstructivas: Presentan dificultades para la percepción y
organización de la información visual, así como para la orientación espacial, (memoria visual secuencial y habilidades visuoconstructivas). Las
dificultades en las habilidades espaciales se muestran también en otras tareas,
como la realización de rompecabezas y dibujos. En general tareas que requieren
paxias constructivas. Por sus dificultades visoespaciales, tienden a fijarse en
los detalles sin saber integrarlos en un conjunto o globalidad.
4. Área social: Los niños
con TAP suelen desarrollar buenas habilidades de memoria mecánica y esto les
permite desenvolverse en la vida diaria. Sin embargo, cuando se añade una
variable nueva o un cambio pequeño en cualquier situación social, tienen
dificultades para resolver la ‘nueva’ situación. Aprenden poco de las
experiencias y manifiestan poca capacidad para generalizar y extrapolar los
aprendizajes a otras situaciones. Otra característica de los niños afectos de
TAP es la falta de conciencia del tiempo. A menudo son descritos por sus padres
como niños lentos en la realización de cualquier actividad y con escasa capacidad para gestionar el tiempo.
5.
Dificultad
gráfica y disgrafía: desde los cursos preescolares, se manifiesta
su escasa capacidad en los dibujos. El dibujo de la figura humana es pobre. La
copia de dibujo, y de formas geométricas simples, retrasadas. El niño
necesitará mucho más esfuerzo que los otros escolares para la escritura.
TAREAS PARA
TRABAJAR CON ELLOS
1. Estimularlo a verbalizar los pasos a seguir
para la resolución de problemas que se basan en acciones o ejecuciones.
2.
Complementar materiales entregados
visualmente con información verbal.
3.
Definir muy claramente la meta u objetivo de la
tarea.
4. La agenda diaria
de estos niños debe ser tan predecible como sea posible.
A SUPERAR
1.
Los Trastornos del Aprendizaje Procedimental pasan, a menudo sin ser detectados
ni atendidos por profesores y otros profesionales, durante una gran parte de la
escolarización del niño.
2.
Escasa información y/o familiarizados con los TAP, y los efectos de dichos
trastornos en los niños pueden ser, a largo plazo, mucho más devastadores que
los de los trastornos del aprendizaje basados en el lenguaje.
3.
Cada vez hay mas estudios y definidas las
habilidades. Aún
así, siguen siendo, en su gran mayoría, mal entendidos, y suelen, por lo
general, pasar inadvertidos.
Leyéndote me recuerda mucho al diagnóstico de dispraxia, ¿estamos hablando de lo mismo o el TAP es consecuencia del primero?...
ResponderEliminarLa dispaxia esta incluida entre los diferentes trastornos de aprendizaje,al igual que el TAP. Tienen alteraciones comunes como pueden ser la torpeza motora muy característica en ambos, quizá más acentuada en la dispaxia y este trastorno siempre presenta problemas de articulación fonética, de hecho la dispxia verbal es muy característica del síndrome del niño torpe o dispaxico.
ResponderEliminarEn el TAP o lo que otros autores llaman TANV (trastorno de aprendizaje no verbal) el lenguaje fonético no presenta alteraciones, quizá si el semántico. Por otro lado es muy propio del TAP las dificultades visoespaciales.
Lo cierto, es que a la hora de establecer un programa de intervención, el diagnóstico es orientativo, pero lo definitivo es establecer claramente cuales son su puntos fuertes sobre los que sustentar y trabajar los débiles.
Saludos