Tocar,
sentir, manipular, ver, saborear, escuchar.....son las bases que sustentan un
buen aprendizaje y que darán como resultado el camino de la expresión de
nuestros niños. Las primeras comunicaciones con el entorno son la sonrisa,
risa, gorjeos, expresiones orales y sus manifestaciones gráficas.
Alrededor
de los 18 meses el niño comienza a realizar grafismos, hasta llegar al dibujo y
la escritura. Desde el inicio de los trazos a los dibujos propiamente, el niño
encontrará otro cauce para comunicar su estado emocional, estableciendo una
relación directa entre su mundo interno y su mundo exterior, a la vez que
desarrollará su motricidad fina. El niño con su dibujo nos da idea de él mismo,
cómo siente, cómo disfruta con el dominio de unos movimientos que producen una
imagen, cómo integra y comprende el entorno, cómo se ve a sí mismo…
Pasos que seguirá nuestro hijo
Entorno a los 15 meses,
el bebe es capaz prender el lápiz imitando al adulto e
intentar darle la misma función. Será un trazo demasiado incontrolado y poco
motivante, pues no hay capacidad para ejecutar garabatos todavía. Si nos puede
dar alguna información sobre su incipiente destreza manual o maduración
visomotora.
Alrededor de 18 meses,
inicia un proceso madurativo en el que se puede apreciar mayor dominio de
instrumentos, acercará al lápiz y papel como tarea experimental, aunque la
prensión del lápiz es todavía muy anárquica y variada. Sus trazos son
desordenados, variados en longitud, dirección y con cierto grado de
accidentalidad. Será de las primeras experiencias gráficas, todavía no hay
intentos de reproducir nada en concreto. Su interés se centra en el placer de
trazar líneas y disfrutar con el movimiento.
A los 24 meses,
aparece propiamente el garabateo, el trazo ya es controlado. Descubre el
dominio que supone un movimiento determinado y un resultado concreto vinculado
al mismo. Dedican tiempo a la actividad placentera pues han descubierto el
control coordinación visual y motora. El garabateo se elabora, se dirige, llena
la página. Hasta los tres años las representaciones más frecuentes son trazos
verticales, agrupamientos de líneas, puntos y trazos circulares.
A lo largo de los 3 años el
dibujo puede tener ya una intención clara de comunicar situaciones, personajes
y emociones. Sus grafismos ya tienen nombre, el niño conecta su expresión con
el entorno, “soy yo”, “es mi mama”, acompaña sus dibujos de explicaciones
verbales de lo que hecho, aunque sus trazos aún son muy indefinidos y el adulto
puede no ver relación alguna con la realidad. En el segundo semestre consigue
esbozar la figura humana con cabeza y extremidades
A los 4 años, aparecen
las formas reconocibles. La representación por excelencia en esta etapa es la
figura humana. Comienza a reproducir formas círculo, cuadrado y el color
comienza a tener su importancia, como matiz complementario y diferenciador.
Con 5 años hay
un gran progreso en las tareas gráficas. La figura humana ya tiene un
significativo enriquecimiento en detalles, pueden aparecer varias figuras que
ya muestran relación entre ellas e incluso tienen rasgos diferenciados, tamaño,
color, detalles etc.
·
El dibujo es una actividad motora
espontánea, compleja en la que cada niño va a tener una forma personal
de desenvolverse con el dibujo y expresarse con él.
·
Es un medio de comunicación por ello un lenguaje.
·
El desarrollo de la sensibilidad
perceptiva – grafica debería convertirse en una tarea muy importante del proceso educativo.
Alrededor de los 18 meses el niño comienza a realizar grafismos, hasta llegar al dibujo y la escritura. Desde el inicio de los trazos a los dibujos propiamente, el niño encontrará otro cauce para comunicar su estado emocional, estableciendo una relación directa entre su mundo interno y su mundo exterior, a la vez que desarrollará su motricidad fina. El niño con su dibujo nos da idea de él mismo, cómo siente, cómo disfruta con el dominio de unos movimientos que producen una imagen, cómo integra y comprende el entorno, cómo se ve a sí mismo…
Pasos que seguirá nuestro hijo
Entorno a los 15 meses, el bebe es capaz prender el lápiz imitando al adulto e intentar darle la misma función. Será un trazo demasiado incontrolado y poco motivante, pues no hay capacidad para ejecutar garabatos todavía. Si nos puede dar alguna información sobre su incipiente destreza manual o maduración visomotora.
· El dibujo es una actividad motora espontánea, compleja en la que cada niño va a tener una forma personal de desenvolverse con el dibujo y expresarse con él.
Comentarios
Publicar un comentario