En 1900 se patento el primer chupete, tal y como los conocemos hoy, asa para sostenerlo, aro protector y tetina de goma. Actualmente es una costumbre muy arraiga en nuestra sociedad y en ocasiones su uso genera polémica. No existen estudios claros para potenciar o eliminar su empleo. Cada familia ha de tomar sus propias decisiones y determinar en que momento su hijo ha de abandonar su uso.
Beneficios
* Los bebés nacen con el instinto de succionar. La succión es una acción con efecto calmante. Su ritmo estable, la concentración en una tarea y la placentera estimulación de las terminaciones nerviosas los ayudan simplemente a relajarse. Le proporciona placer y seguridad ante situaciones que generan tensión.
* En algunos casos con los bebes prematuros, el chupete contribuye a una mayor maduración del reflejo de succión, lo que facilita una transición más rápida a la alimentación oral.
Inconvenientes
* El uso del chupete se relaciona con una duración más breve de la lactancia materna. El recién nacido que se inicia con el chupete durante los primeros 20 días de vida, puede presentar una "confusión de pezón”. El movimiento de lengua que utiliza para calmarse con un chupete no lograría sacar leche de un pecho con la suficiente destreza que se precisa para alimentarse.
* Candidiasis oral resistente: Los chupetes pueden albergar colonias de hongos. Siendo fuente de resistencia al tratamiento contra los mismos.
* Alteraciones del sueño: Las pérdidas frecuentes del chupete durante la noche crean irritabilidad y alteran su descanso nocturno. También se ha detectado, una mayor incidencia de uso de chupete en los niños que roncan.
* Hipersensibilidad del látex: En los últimos 10 años se ha asistido a un incremento de la incidencia de hipersensibilidad al látex. Se han descrito algunos casos de eccema atópico, urticaria, etc.
Desde el Cdiat, si prevemos que un niño puede tener problemas en el desarrollo del lenguaje, siempre explicamos a las familias la conveniencia de ir abandonando progresivamente el uso continuo del mismo. Limitándolo a momentos específicos, como sueño o puntualmente situaciones de tensión.
* Entre los 12- 18 meses comienza la aparición del lenguaje oral, el chupete lo podemos entender como un tapón en la boca, que limita el uso espontáneo de jerga, de producción y repetición de sonidos que le provocan placer bucal y auditivo, que a su vez le van a ayudar a realizar las primeras praxias articulatorias, que favorecerán su tono fonoarticulatorio.
* El uso frecuente del chupete no le ayudará a conseguir el tono muscular necesario en lengua, labios, dientes, mandíbula y paladar y puede alterar la cavidad bucal, produciendo deformaciones en huesos y dientes, maloclusiones dentarias. La más grave y de más difícil solución es la mordida cruzada posterior por el uso del chupete más allá de los 36 meses.
Beneficios
* Los bebés nacen con el instinto de succionar. La succión es una acción con efecto calmante. Su ritmo estable, la concentración en una tarea y la placentera estimulación de las terminaciones nerviosas los ayudan simplemente a relajarse. Le proporciona placer y seguridad ante situaciones que generan tensión.
* En algunos casos con los bebes prematuros, el chupete contribuye a una mayor maduración del reflejo de succión, lo que facilita una transición más rápida a la alimentación oral.
Inconvenientes
* El uso del chupete se relaciona con una duración más breve de la lactancia materna. El recién nacido que se inicia con el chupete durante los primeros 20 días de vida, puede presentar una "confusión de pezón”. El movimiento de lengua que utiliza para calmarse con un chupete no lograría sacar leche de un pecho con la suficiente destreza que se precisa para alimentarse.
* Candidiasis oral resistente: Los chupetes pueden albergar colonias de hongos. Siendo fuente de resistencia al tratamiento contra los mismos.
* Alteraciones del sueño: Las pérdidas frecuentes del chupete durante la noche crean irritabilidad y alteran su descanso nocturno. También se ha detectado, una mayor incidencia de uso de chupete en los niños que roncan.
* Hipersensibilidad del látex: En los últimos 10 años se ha asistido a un incremento de la incidencia de hipersensibilidad al látex. Se han descrito algunos casos de eccema atópico, urticaria, etc.
Desde el Cdiat, si prevemos que un niño puede tener problemas en el desarrollo del lenguaje, siempre explicamos a las familias la conveniencia de ir abandonando progresivamente el uso continuo del mismo. Limitándolo a momentos específicos, como sueño o puntualmente situaciones de tensión.
* Entre los 12- 18 meses comienza la aparición del lenguaje oral, el chupete lo podemos entender como un tapón en la boca, que limita el uso espontáneo de jerga, de producción y repetición de sonidos que le provocan placer bucal y auditivo, que a su vez le van a ayudar a realizar las primeras praxias articulatorias, que favorecerán su tono fonoarticulatorio.
* El uso frecuente del chupete no le ayudará a conseguir el tono muscular necesario en lengua, labios, dientes, mandíbula y paladar y puede alterar la cavidad bucal, produciendo deformaciones en huesos y dientes, maloclusiones dentarias. La más grave y de más difícil solución es la mordida cruzada posterior por el uso del chupete más allá de los 36 meses.
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