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Retraso madurativo

 


El retraso madurativo en los niños, se caracteriza por un desarrollo más lento de lo esperado en la consecución de los hitos del desarrollo psicomotor. El retraso se manifiesta en los 6 primeros años de vida del niño, Salvo complicaciones, en la mayoría de los casos el pronóstico suele ser favorable, con la estimulación oportuna y apoyo adecuado, ya que se suelen recuperar con el tiempo las  diferencias que presentan con los niños de su edad.

Para asegurar una adecuada evolución es importante contar con diferentes profesionales y con las herramientas adecuadas para observar esos avances en los más pequeños. Determinar cuáles son los retrasos ya sean de lenguaje, de motricidad, sociales  o cognitivos

La clave está en encontrar la «causa» y definir bien cual el tipo de retraso para la intervención. Es fundamental un diagnóstico lo más temprano posible por parte de los especialistas competentes.

Causas del retraso madurativo

Algunos de los motivos más frecuentes del retraso madurativo están:

  • ·         Nacimiento prematuro: aparición de problemas a lo largo del embarazo y bajo peso del neonato.
  • ·         Carencia de estimulación y  pautas de crianza: los padres son los responsables de producir hábitos inadecuados a los más pequeños. El contexto de crianza es básico con la necesidad de estimular al niño adecuadamente, sin ser demasiado protectores o  poco estimuladores con pocas oportunidades de desarrollo.
  • ·         Causa desconocida: un porcentaje concreto de casos de retraso en la maduración no presentan causas diagnósticas conocidas. Es un retraso madurativo simple.

Síntomas más frecuentes son: 

Retraso motor. No se voltea, no se sienta, tarda en gatear, pasado el primer año. No anda solo entre el primer y segundo año.

Alteraciones en el lenguaje y la comunicación. Pasados los 12 meses el pequeño no balbucea ni consigue expresar ninguna palabra.  Los 24 meses no  consigue expresar ninguna palabra. Entorno a los 3 años dificultad para expresar ideas y emociones.

Dificultades socio afectivas y emocionales, no tiene interés y curiosidad por los objetos que se le muestran. Entorno a los 3 años les cuesta ser autónomos en tareas cotidianas como vestirse, comer, relacionarse con otros niños, en general adquirir hábitos de autonomía.

Dificultades escolares. Hemos de tener en cuenta que el retraso madurativo puede manifestarse de manera diferente en cada niño y que algunos pueden presentar solo un retraso en una o dos áreas de desarrollo, mientras que otros pueden experimentar retrasos en múltiples áreas.

    Es fundamental consultar con el pediatra, en el momento que tenemos dudas, este remitirá a profesionales especialistas en atención temprana, que realizarán una intervención interdisciplinar según las manifestaciones  del desarrollo del niño. En los centros, se hará  una primera evaluación para identificar las áreas en las que debe hacerse más hincapié. Realizando una adecuada intervención (psicólogos, fisioterapeutas, pedagogo, logopedas) y un  oportuno seguimiento hasta los 6 años.

    La colaboración familiar es muy importante para trabajar también en casa siguiendo las pautas e indicaciones de los profesionales. Asimismo, la coordinación con el colegio es otro punto clave para que el tratamiento sea exitoso.

    El trastorno madurativo suele presentar una evolución positiva.  Este tipo de déficit suele ser temporal y dura un espacio de tiempo indefinido, pero limitado.  Los niños afectados irán alcanzando las etapas de desarrollo con normalidad, pero a un ritmo más lento que los demás niños de su edad.

    Una intervención temprana, evitara que los desfases evolutivos puedan agravarse, manteniéndose más tiempo y entorpeciendo el “normal” desarrollo del niño. Es muy importante la intervención temprana y rehabilitación en los retrasos madurativos.

 

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