En los últimos meses estoy escuchando muchas referencias al profesor Robin McWilliam,( visitó nuestro país en noviembre 2013),
un destacado representante del estudio
de modelos y prácticas de atención temprana en contextos naturales centrado en
la familia y basada en rutinas. Este modelo tiene una amplia aceptación en
Estado Unidos.
En este Programa la familia y su contexto natural, son el eje
principal sobre al cual se centra el trabajo del profesional de atención
temprana, para alcanzar una adecuada repercusión en el desarrollo evolutivo del
niño. Será el terapeuta el que se desplace al entorno habitual y cotidiano del
niño para facilitar a la familia las estrategias y soporte formativo que pueda dar respuesta a las necesidades específicas que se presentan en
cada situación y circunstancia, creando aprendizajes funcionales. La intervención
técnica recae sobre en un único profesional de alta cualificación y que trabaja
en un equipo de carácter transdisciplinar.
Estos modelos distan bastante
de los que en este momento se están usando mayoritariamente en nuestro país. Pero
no está tan distante el objetivo que todos tenemos con respecto al papel del núcleo
familiar (mejorar la capacidad de la familia en gestionar y satisfacer las
necesidades de sus niños). Muchos estudios ya han puesto de manifiesto
reiteradamente la efectividad de la intervención temprana cuando esta se basa en
las prioridades familiares y ocurre dentro del contexto de las rutinas y
actividades cotidianas (Bruder, 2000; Dunst, 2000; Farrell, 2009; Talay-Ongan,
2001).
Por otro lado, todos los profesionales
somos conscientes de la necesidad de cuestionarnos nuestras prácticas diarias y
abrir nuevos enfoques. Quizá el modelo del profesor Robin McWilliam, tenga difícil aplicación en
nuestro país, pero no dudo que todos los Centros de Desarrollo Infantil y Atención Temprana deben iniciar una mayor
apertura hacia la participación en los
contextos familiares, puesto que las propias familias así nos lo reclaman y por
tanto incluir en los programas y de forma muy explicita, visitas a los
contextos donde la unidad y relación familiar esta más presentes. El modelo de
rol dominante técnico, tan vigente todavía en nuestro quehacer diario, es
preciso que vaya dando paso a modelos con un rol más colaborativo, coordinado
y de responsabilidades compartidas.
El modelo de Michel Guralnik,
centrado también en intervenciones en ambientes naturales nos alerta que la intervención temprana en
competencias sociales y comunicativas requiere de mayor atención, frente al
excesivo hincapié y esfuerzo que se dedica a los ámbitos motor y cognitivo. El
ser humano se desarrolla en las relaciones interpersonales significativas y el
aprendizaje se condicionan y mejora en contextos emocionales y afectivos. También
M. Guralnik en su modelo plantea que el aprendizaje se fortalece en tres
procesos a) la calidad de las interacciones
padres e hijos, b) las experiencias que proporciona la familia y c) el vínculo
y seguridad que se provee por parte de la familia.
Es necesario atender a estos estudios y modelos sobre contextos
naturales, que ponen de manifiesto y relevancia la mejora en la calidad de los
aprendizajes y atender también que las familias nos demandan continuamente mayor
participación en la toma de decisiones, en conocer sobre su intervención diaria con respecto a su
hijo, en aprender a establecer y fortalecer sus relaciones familiares y redes
sociales, en aprender nuevas estrategias de interacción que podrían mejorar la
comunicación, el juego y las habilidades sociales del niño…., es imprescindible
un mayor esfuerzo por parte de los profesionales en sensibilizarse buscando
nuevos caminos en nuestro quehacer diario profesional, donde la familia ocupe
el lugar que le corresponde.
No es posible ayudar a un niño, si no ayudamos paralelamente a su familia.
Aquí le dejo dos documentos que
aunque distintos nos ayudan a intentar colocar a la familia en el lugar que le corresponde.
Intervención de Robin McWilliam:
Lectura recomendada de Sonsoles Espinosa:
¿Cómo trabajar con las familias de niños y
niñas con trastornos del desarrollo, para generar entornos competentes? ¿Cómo
conseguir que las familias sean realmente competentes en el cuidado y
acompañamiento de sus hijos? Un libro sencillo, muy práctico y lleno de
ejemplos de experiencias reales, que propone un modelo eficaz para desarrollar
la intervención con familias, basado en reforzar la competencia de los padres
desde una perspectiva ecológica.
Best regard from Belgium
ResponderEliminarThank you very much for your comment. Greetings from Spain.
ResponderEliminarSiglo Cero. Revista Española sobre Discapacidad Intelectual acaba de publicarnos un artículo con el que esperamos invitar a la reflexión a los profesionales sobre el enfoque centrado en la familia en Atención Temprana (2014, volumen 45, número 3, páginas 6-24).
ResponderEliminarSi quieres descargarlo visita nuestra web de nuestro grupo de investigación en su apartado de publicaciones sobre Atención Temprana http://www.um.es/qdiversidad/E074-08/Atencion_Temprana/Entradas/2009/12/29_Publicaciones_(articulos_y_capitulos).html
Gracias Fº Alberto. Me gustó el artículo.
EliminarPero siempre quedan muchas cuestiones a mejorar y grandes retos para aprender. Los terapeutas somos especialistas sobre el desarrollo del niño y como aprende, pero nos queda pendiente un gran desafío y mucha formación sobre cómo los padres aceptan nuestro papel, cómo hacerles llegar nuestro mensaje y en general como ayudarles a desarrollar sus competencia. .(Andragogía), término para mi desconocido.
Lo cierto es que las familias cambian y hemos de responder a esos cambios.