Ir al contenido principal

¿Depende tanto el bebe de nuestra ternura y abrazos?


              


                        
        Cuando el bebe llega al mundo tiene una fabulosa capacidad para acomodarse al exterior, para atender a aquello que quiere y también para prescindir de aquello que le molesta, pero a su vez una enorme necesidad del otro para subsistir. Serán los afectos recibidos de sus padres los que le ayuden a construir su mundo interno. No podemos olvidar  que los genes le proporcionan un modelo básico, pero serán las experiencias e interacciones con los padres las que influyan en la manifestación y expresión final de estos .
Los rostros, las miradas (poco después de nacer el bebe tiene especial sensibilidad por la percepción facial), los sonidos, la voz, el olor, los ritmos, las caricias, los abrazos etc. son un mundo de sensaciones imprescindibles, que estimulan los sentidos del bebe y fortalecen el desarrollo intelectual y emocional.

           El contacto físico, le reportará innumerables ventajas como son: Fortalecimiento de los vínculos afectivos, sentimiento de seguridad, relajación, facilitación continua de la  interacción con el adulto, balbuceos, repuestas, etc.
         Hemos de tener en cuenta que durante  el primer año de vida, no hay comunicación verbal, pero si emocional y hemos de establecer relaciones de apego adecuadas que nos permitan entender  su estado, su necesidad. Para ello, se ha de poner al bebe en primer lugar  siendo abiertos, positivos  y estando disponibles emocionalmente. Alcanzar la capacidad de aliviar la tensión del bebé, de calmarlo, de regular su estrés, pero también disfrutarlo. Es importante que el  bebe sepa que el adulto está emocionalmente disponible para él. También hemos de tener presente que el bebe hará todo lo posible por atraer la atención y mantener la atención del adulto. El ser humano tiene la necesidad de crear vínculos personales, característica aferrada en la biología del ser.

Les ofrecemos algunas sugerencias que aportamos a las familias que asisten a nuestros cursos, y  que si se desarrollan de forma intensa en los primeros meses, se continuaran de forma espontánea a posteriori, surgirán  de forma natural  y constituirán con el tiempo un estilo de relación emocional con nuestros hijos.

1.       Debemos aprender a responder a sus necesidades biológicas y emociones, cuando llora, se queja etc, le debemos dar atención, amor. Durante los primeros 5-7 meses de vida, el bebe reclama por razones lógicas necesidades hambre, calor, contacto, etc. Si respondemos daremos seguridad y confianza, estas son claves esenciales para el aprendizaje.
2.    Aprovechar los momentos que el bebe esta despierto y tranquilo. Su mayor necesidad es el contacto directo, podemos dejar otras cosas para después, a él no. Es el momento del cuerpo a cuerpo, de cantarle, bailarle, jugar, etc.
3.       Cuando este con él capte su atención con tu mirada. Ver y tocar su rostro, y mirarle a los ojos, son cosas muy importantes y fomentarán una relación mas estrecha. Para el bebe las caras no son solo importantes por si mismas, van influir en la forma de conocer  y vivir el mundo que les rodea.
4.  Háblele cuando pueda. Le encanta oír su voz, mirar sus gestos, aprender el significado de sus entonaciones, percibir su olor.
5.       Tómelo en brazos cuando el bebe lo necesite.

Desarrollo de emociones




Comentarios

Publicar un comentario