Cuando nace el bebé, es
fundamental estimular su habla y su lenguaje para establecer un vínculo
afectivo con los padres, con la gente y el entorno. Cuando un bebe escucha a sus padres, se
activan no solo sus áreas auditivas, sino también áreas cognitivas, memoria,
visión, áreas afectivas y sociales, permitiéndole conjugar tareas para buscar
una respuesta. Pone en marcha las áreas que a posteriori le permitirán realizar
una conversación
Debemos
hablar a nuestro bebe desde el momento que lo tenemos entre nosotros, no hay
que esperar. Los padres son su punto de unión con el mundo, los que interactúan
con él, los que le ponen en contacto con la cotidianidad, con su día a día, los
que le han de abrir las puertas. Por medio de la comunicación los padres conocerán
sus necesidades, su actuación y sus sensaciones, así como también y muy
importante podrán reconocer los momentos en que nos da sus respuestas. A su
manera, el bebe busca comunicarse con el adulto y responderle con señales que no tardarán en descifrar, como
su risa, sus movimientos, llorando o mirándole fijamente.
Un bebé necesita sentir el contacto de las caricias de sus padres, sentir
el calor y el olor de su piel, pero también necesita sentir su voz que le calme
y reconforte.
Forma de dirigirnos ellos
De manera instintiva los padres se dirigen a sus hijos con tono cariñoso y pausado. Con tonos exagerados algo
agudos pero suaves, pausados, altos, cantados, cambiando el tono de voz y las
inflexiones, etc. cuya función, es atraer la atención del bebe, con frases muy cortas,
con mucha repetición y redundancia, compartiendo
miradas, cara a cara, con gesticulación facial, seguimiento de la voz, búsqueda
del adulto, en definitiva el contacto visual, punto clave de la interacción.
¿Cómo debe hablarle? De la forma más
espontánea y natural, escuchándole y dándole la oportunidad de contestar,
estimulando el balbuceo.
En las primeras etapas se trabaja
con el lenguaje tónico como complemento, tocárlo, hablárle y mirárlo, cantarle, bailarle, masajearlo, mimarlo,
acariciarlo, ya que el contacto táctil es tan importante como alimentarlo.
·
Cuando hable con él, al principio, no importa tanto lo que le diga,
si no la carga emocional que implica comunicarse, el tacto (cogerle, acariciarle,
besarle...), la expresión oral (gestos, contacto visual…) y por supuesto el
sonido.
· Cuando hable con el bebe, debe mantener pausas para fomentar y
permitir respuestas, como son balbuceos, sonrisas, movimientos corporales,
ajes. Su bebe está deseando que se le preste atención. Por otro lado la capacidad del
bebe de expresar sus necesidades, de establecer contacto con nosotros, están limitadas
en los primeros momentos, será el llanto la única forma en la que el bebé se
puede comunicar. No pueden manifestar su cansancio, hambre, sueño o molestias.
Pero en pocas semanas su cerebro con ayuda de sus sentidos, vista, oídos, boca y piel, y el vínculo familiar, podrá elaborar respuestas, empezará a construir con la experiencia,
la imagen del mundo.
Si decimos que le llanto es su primera expresión, debemos dar respuesta,
siempre, calmar sus necesidades. Responder siempre a sus llantos, no se malcría
a un bebé tan pequeño por dedicarle atención.
Contrariamente, las respuestas rápidas o inmediatas a los llantos del bebé le
hacen saber que es importante y que merece ser atendido.
El bebe aprende antes a sentir que
a comprender
· Después de la piel, el
oído es el primer órgano en desarrollarse, los sonidos fuertes pueden
causar molestias. Los ruidos inesperados lo asustan y lo hacen llorar – la voz
suave lo calma, responden más positivamente a la voz humana que a cualquier
otro estímulo auditivo. Esta preferencia por la voz humana aumenta en los
primeros cuatro meses de vida. Una de las primeras voces que reconoce es la de
mamá ya que tiene preferencia por los sonidos agudos después de la primera
semana también reconocerá los sonidos graves con lo que empieza a reconocer la
voz de papá.
· Otro sentido, que aunque no está totalmente desarrollado al nacer,
por falta de agudeza visual,
le ayudara a mirar, sentir los ojos y mirada emocional de los padres. La cara
humana es una fuente muy potente de estímulos y va perfeccionando su enfoque en
la medida que interacciona olor, sonido y ojos.
· Al nacer el olfato
está muy desarrollado ayudándole a fomentar la relación alimento , calor, voz,
mama, calidades vinculo, emoción afectiva, seguridad y comunicación.
· A través de la boca y sentido del gusto, el bebe también se familiariza con su entorno, siendo
la boca y este sentido un potente medio para reconocer el entorno.
· La
piel es el sentido más amplio y completo al nacer, en definitiva es
toda la extensión del cuerpo, es la vía de comunicación más importante en las
primeras semanas. La piel se convierte por tanto en un potente soporte de la
comunicación verbal
“El
ser humano aprende de la interacción, de compartir, de dar respuesta"
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