Nuevamente nos acercamos a esas fechas en la que las familias dan un paso importante en la educación de sus hijos, se incorporaran a la educación infantil y elegirán colegio. Desde el “Cediat” facilitamos el contacto con padres que ya llevan algunos años de experiencia. En estas reuniones, es habitual que aparezca el concepto de Inclusión Educativa. Los nuevos padres, desconocen el tema y aquellos que ya tienen experiencia siempre manifiestan, sus dudas.
El concepto de educación inclusiva es más amplio que el de integración, implica que todos los niños aprendan juntos independientemente de sus condiciones personales, sociales o culturales. En la escuela inclusiva todos los alumnos se benefician de una enseñanza adaptada a sus necesidades. Es una escuela que no solo recoge aspectos académicos, sino también fomentará actitudes y valores de solidaridad, tolerancia, respeto a la diferencia.
Pero esta definición, este nuevo concepto, es muy costoso de ser ejecutado de forma justa y equitativa por si mismo. Son muchos los cambios necesarios, expondré brevemente algunas sugerencias que suelen hacer las familias.
1. Primer problema que suelen plantear, es la escasez de profesionales a jornada completa para cada centro (Orientador, PT, Logopeda, auxiliar, fisioterapeuta..)
2. El profesorado/tutor esta formado para los grupos similares, homogéneos, aquellos que presentan dificultades acaban recibiendo menor atención. Es necesario formar y apoyar permanentemente al profesorado, ofrecer estrategias para la atención a la diversidad.
3. Es necesario que las instituciones marquen una legislación clara y efectiva que facilite los cauces de la inclusión, unifique criterios y estrategias de docencia.
4. Lamentan que la colaboración y comunicación con los tutores, equipo y padres, es muy escasa y reducida en la mayoría de los casos a informaciones puntúales y cuando se presenta algún problema.
5. Otra dificultad que siempre manifiestan, es la poca o nula dedicación a trabajar la interacción social de sus hijos con los compañeros, la colaboración, la ayuda, el fomento de amistades. Nadie parece hacerse responsable de esas funciones, que a fin de cuentas, son imprescindibles para una buena motivación de los conocimientos académicos.
6. Les preocupan las actitudes de los alumnos, los profesores y los otros padres, descubren falta de concienciación y formación hacia la diversidad.
7. Son muy conscientes de que la consecución de objetivos, también depende de la actitud que las familias tengan, de su información y formación, de la puesta en común de sus dificultades, de sus propias autocríticas y búsqueda de soluciones en grupos de padres y sobretodo en colaboración con todos los equipos técnicos que atienden a sus hijos.
El concepto de educación inclusiva es más amplio que el de integración, implica que todos los niños aprendan juntos independientemente de sus condiciones personales, sociales o culturales. En la escuela inclusiva todos los alumnos se benefician de una enseñanza adaptada a sus necesidades. Es una escuela que no solo recoge aspectos académicos, sino también fomentará actitudes y valores de solidaridad, tolerancia, respeto a la diferencia.
Pero esta definición, este nuevo concepto, es muy costoso de ser ejecutado de forma justa y equitativa por si mismo. Son muchos los cambios necesarios, expondré brevemente algunas sugerencias que suelen hacer las familias.
1. Primer problema que suelen plantear, es la escasez de profesionales a jornada completa para cada centro (Orientador, PT, Logopeda, auxiliar, fisioterapeuta..)
2. El profesorado/tutor esta formado para los grupos similares, homogéneos, aquellos que presentan dificultades acaban recibiendo menor atención. Es necesario formar y apoyar permanentemente al profesorado, ofrecer estrategias para la atención a la diversidad.
3. Es necesario que las instituciones marquen una legislación clara y efectiva que facilite los cauces de la inclusión, unifique criterios y estrategias de docencia.
4. Lamentan que la colaboración y comunicación con los tutores, equipo y padres, es muy escasa y reducida en la mayoría de los casos a informaciones puntúales y cuando se presenta algún problema.
5. Otra dificultad que siempre manifiestan, es la poca o nula dedicación a trabajar la interacción social de sus hijos con los compañeros, la colaboración, la ayuda, el fomento de amistades. Nadie parece hacerse responsable de esas funciones, que a fin de cuentas, son imprescindibles para una buena motivación de los conocimientos académicos.
6. Les preocupan las actitudes de los alumnos, los profesores y los otros padres, descubren falta de concienciación y formación hacia la diversidad.
7. Son muy conscientes de que la consecución de objetivos, también depende de la actitud que las familias tengan, de su información y formación, de la puesta en común de sus dificultades, de sus propias autocríticas y búsqueda de soluciones en grupos de padres y sobretodo en colaboración con todos los equipos técnicos que atienden a sus hijos.
Gracias por esta entrada,me parece estupenda y con tu permiso,me la guardo en favoritos y un dia de estos la publico en mi blog,creo que és muy interesante para compartirla y seguir dando pasos en el camino de la inclusión escolar.Un abrazo¡
ResponderEliminarGracias Cristina.
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