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¿Mi bebe tiene perdida auditiva?



En España cada año nacen alrededor de 1500 bebes con sordera. Al nacimiento todos los niños son sometidos a un cribado auditivo neonatal y se puede obtener su diagnóstico antes de los 6 meses de vida. También puede ocurrir que trascurrido un tiempo desde su nacimiento, el bebe adquiera una perdida auditiva por infección o enfermedad, presentando una hipoacusia. Es en esta circunstancia cuando se producen consultas y es conveniente conocer las señales de alerta que nos permitan detectar la existencia de una pérdida auditiva.
Signos a tener en cuenta, para consultar con un especialista.
De 0 a 6 meses
Es un bebé demasiado tranquilo que no se altera por nada, no le sorprende ni pestañea frente a sonidos inesperados y prolongados.
No le tranquiliza su voz, ni sonríe al escucharle.
No gira la cabeza cuando usted habla desde un lateral ni le busca con la mirada al oír su voz.
Únicamente se observa respuesta cuando se mira al niño de frente.
El bebé no reacciona o no se sobresalta ante sonidos fuertes. Por ejemplo, ante la caída de un objeto pesado al suelo, el sonido de una puerta que se cierra de golpe…
De 6 a 12 meses
No mantienen los balbuceos del primer semestre, los balbuceos pasan a ser gritos de alta frecuencia entre 6 - 8 meses.
No hace sonar el sonajero si se le deja al alcance de la mano.
De los 6 a los 9 meses hay que preocuparse si no responden a su nombre, no vocalizan para llamar la atención,
No juegan imitando gestos que acompañan canciones infantiles o no intentan imitar las vocalizaciones de los adultos.
No se orienta hacia los sonidos cotidianos ni a palabras familiares.
No entiende una negación o un "adiós" al menos que usted utilice el gesto indicativo. El niño no tiene respuesta ante los estímulos que surgen fuera de su campo visual
De 12 a 18 meses
No dice "papá" ni "mamá"
No señala objetos y persona conocidas cuando se le nombra.
No nombra algunos objetos que le son familiares.
Si mientras juega hace más ruido del que sería habitual
De 18 a 24 meses
No presta atención a los cuentos.
No comprende órdenes sencillas, que no vayan acompañadas de gestos.
No indica su nombre.
No hace frases de dos palabras.
Dificultades de aprender a decir papá o mamá.
De 24 a 36 meses
El bebé o niño pequeño no responde a órdenes sencillas, no conoce su nombre, no presta atención cuando le leemos un cuento o no consigue hacer frases de dos palabras.
No se le entiende las palabras que dice.
No repite frases.
No contesta a preguntas sencillas.

Como podemos empezar a trabajar con el bebe
Todos somos conscientes, que la estimulación de la comunicación entre el bebé y sus padres ha de empezar cuanto antes para obtener un rápido efecto. Ya hay muchos estudios y experiencias que revelan que recibir estímulos auditivos lo antes posible es esencial para que los niños desarrollen sus habilidades comunicativas, y evidentemente de vital importancia si existe alguna patología que afecte a la audición.
El bebe no entiende las palabras pero: si capta la mirada, su sonrisa, sus gestos faciales con sus signos de alegria y tristeza, su voz y su tono muscular.
Llamarles la atención con el tacto y con el contacto visual. Planifiquemos un masaje con contacto visual y directo. Aumente las caricias.
Posicionarse de frente, a su altura y de modo que visualicen bien la boca de quien habla. Háblele siempre mirándole.
Respetar los turnos para hablar de sus balbuceos. El bebe está preparado para el juego. Preste siempre atención a sus balbuceos e intente imitarlos, intente seguir un turno. Consiga que con su balbucea sonría y vuelva a repetirlo.
Demuestre interés por sus manos y dedos. Coloque las manos del bebe en sus carrillos, para que sienta las vibraciones de sus palabras. En un tambor cuando lo golpea, en un piano de juegos.
Comunicarse con naturalidad, de forma tranquila, sin gritar y sin vocalizar en exceso; repetir el mensaje tantas veces como sea necesario y simplificar las palabras, y utilizar, si conviene dibujos.
Aprovechar todos los momentos para la comunicación, desde las comidas a la hora de vestirse; estimularles de manera multisensorial, con abrazos, juguetes para que aprendan palabras y exclamaciones para sus aciertos.
Mostrar interés hacia sus intenciones comunicativas; no ser rígidos ante sus dificultades comunicativas.
La mayoría de los juguetes que utilice han de ser sonoros y con sonidos bien diferenciados. Fuerte- débiles, largos cortos.
Jugar a asociar inicialmente sonido-movimiento que le haga sonreír, cuando creamos que lo ha asociado tendremos el objeto ente ella, pero sin sonido ni movimiento esperando su atención.
Mientras este despierto, intente que les pueda ver siempre, desde la hamaquita les tiene que controlar a ustedes así podrá desarrollar la observación.
Mantener rituales, sonidos asociados a la hora del cambio de pañal, algún muñeco de cuerda. la hora del baño etc.



Comentarios

  1. hola Aral! que blog tan interesante tienes y cuanta información util.

    Muchas gracias por compartir y enhorabuena por el.

    Si quieres conocerme, te animo a visitar mi blog http://creciendocondavid.blogspot.com/

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  2. Gracias Ana, he visitado tu blog y veo como el interes por los padres, en educar en valores de amor, en buscar los mecanismos y estrategias que nos ayuden a hacerlos felices, estan siempre presentes en los blogs de padres.
    Garcias
    Aral

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