En Atención Temprana ponemos en marcha programas que pretenden favorecer el desarrollo evolutivo del niño, estimulando sus potenciales sensoriales, motrices, cognitivos, lingüísticos y afectivos.
Entre esos
programas utilizamos la musicoterapia, es una herramienta terapéutica de gran
valor, pues con ella se estimulan diferentes áreas del cerebro, trabajando el
ritmo, la melodía, la armonía, él sonido.
La
musicoterapia forma también parte del equipo multidisciplinar, pues afecta a
todas las áreas que se tocan en Atención Temprana, ya que que se intenta dar
una respuesta al niño de forma integral. A través de la música se estimulan
muchas habilidades que favorecen el desarrollo global del niño. No se trata de
sobreestimular, sino en aportar ideas, sugerencias, imágenes y técnicas que le
ayuden a interaccionar con el contexto que le rodea.
Desarrollo del lenguaje y la comunicación: La música en un contexto programado aumenta la intención de
comunicación estableciendo un dialogo,
comprensión del lenguaje para seguir
instrucciones, ayuda a reconocer palabras y frases desarrollando vocabulario. Con
actividades tales como cantar, escuchar y repetir palabras, utilizar gestos y
movimientos relacionados con la música, ayuda mejorar la pronunciación, el
vocabulario y la expresión oral y gestual.
Desarrollo cognitivo: El ritmo ayuda a desarrollar habilidades como la atención, la concentración y la memoria. También mejora la habilidades tales como planificación, anticipación, flexibilidad..
Desarrollo motor: la música nos lleva al movimiento, coordinación, percepción
espacial, equilibrio, desplazamientos, calidad de la marcha, lateralidad... El
ritmo implica movimientos corporales gruesos y
finos. Actividades tales como bailar, tocar un instrumento.
Desarrollo emocional: la terapia con música en grupo promueve lazos afectivos, alegría y
emociónales. Refuerza la autoestima, control de impulsos, estado de ánimo,
motivación y las habilidades sociales.
Desarrollo y creatividad: favorece la creatividad, la emoción que les aporta fomenta la
creatividad, la improvisación y la expresión corporal. Nos facilita la
imaginación y la fantasía.
Algunas de las dinámicas
más usadas son:
Cantar, letras educativas, rimas y gestos corporales.
Utilización de instrumentos, el niño explora toca, recibe sensaciones y fomenta la creatividad.
Movimiento, seguir el ritmo de la música aplicando movimientos corporales que
fortalezcan su desarrollo motor, coordinación y expresión corporal.
Relajación, con melodías suaves ayudamos a entrar en calma, respiración profunda
y en general causar un efecto relajante.
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