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Estimulación Vestibular

¿Por qué insistimos en incluir en las programaciones las sesiones  de estimulación vestibular?

    La estimulación de origen vestibular nos permite acceder a una de las tres estimulaciones básicas para un  desarrollo armónico del niño. (– estímulo táctil,–estímulo propioceptivo, –estímulo vestibular–).
   El tacto, la propiocepción, la  orientación de la cabeza y la postura del cuerpo con respecto al espacio, son entradas sensoriales de información que alertan  y generan activación emocional, contribuyen al bienestar físico y psíquico; por todo ello, necesariamente se desarrollan emociones y afectos imprescindibles en el aprendizaje.
     ¿Qué tipo de actividades sensoriales? El bebe comienza su vida siendo tocado, mecido, abrazado, pasando a tocar, moverse, controlar el cuerpo, trepar, elevarse, etc … Cada una de estas acciones aporta al bebe  información que su  cerebro organizará y será la que le permita ubicarse en el espacio, saber dónde está,  que le  ofrece el entorno así como también elaborar respuestas para interactuar con el mismo.
     Este proceso se realiza de forma progresiva  y natural, pero muchos de nuestros niños presentan algunas y variadas dificultades para realizar este paso de forma eficaz, situación que se reflejara en fases cronológicas posteriores con algunas dificultades de aprendizaje.
    Consideramos que es fundamental detectar estas dificultades en las primeras edades y poder planificar una clara intervención profesionales y familias.
     La intervención ha de ser claramente lúdica en la que el niño se encuentra motivado, divertido, centrado y ajeno a lo que realmente estamos haciendo los terapeutas, terapia.
     Según Ayres, para el aprendizaje es necesario programar y aportar estímulos de los sistemas  táctil, propioceptiva y vestibular.  Participar en experiencias motoras que ayuden a integrar la percepción corporal, la coordinación del cuerpo, la planificación motora, ampliar la persistencia de la atención y seguridad emocional, con experiencias visuales y auditivas. Todo ello será lo que conforme el desarrollo del niño. Pero este proceso se despliega y utiliza continuamente en cada una de las fases evolutivas por las que atraviesa el niño, acostado, sentado, gateando, andando, saltando, yendo en bicicleta, trepando etc..
    Alfonso Lázaro Lázaro  desarrolla Modelo piramidal  , donde se describen las diferentes adquisiciones del desarrollo. Tomando como eje marco las Conductas Motrices de Base  A) Equilibración General: tono y postura. B) Coordinación Dinámica General: desplazamientos y saltos. C) Coordinación Visomotriz: paxias relacionando ojo y distintas partes del cuerpo.
     Desde el nacimiento el movimiento es un placer en sí mismo. El bebé siente el placer de jugar con sus manos, sus pies y demás partes del cuerpo, el placer de vivenciar su cuerpo a través del movimiento es lo que le va a permitir integrar, organizar y estructurar su visión del mundo.

"Nada puede integrarse realmente al ser humano que no pase primero por su organización motriz"
(A. Lapierre & B. Aucouturier).


Recomendaciones:
A. Lapierre & B. Aucouturier : “Simbología del Movimiento.”
Alfonso Lázaro Lázaro y Pilar Arnaiz Sánchez: “De la emoción de girar al placer de aprender”

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