Desde el momento en que nacemos, absorbemos información. Nuestro cerebro está preparado, gracias a su plasticidad, para aprender a lo largo de nuestra vida. Los primeros años son cruciales para el desarrollo futuro del niño. La primara infancia es un ciclo vital. Este periodo abarca desde el Nacimiento hasta los 6 años.
La
infancia es una etapa básica para el desarrollo cognitivo, emocional y social.
El niño a través de la práctica y la experimentación, va adquiriendo habilidades,
destrezas, conocimientos y autonomía.
Como va aprendiendo el niño:
Exploración, desde los primeros meses de vida el bebe toca objetos, los manipula, desarrolla sus
sentidos percepción visual, auditiva, táctil, coordinación óculo manual,
planificación de acciones. Va desarrollándose a través del ensayo error, de
probar, de contrastar. En general en la infancia tienen un gran interés en
explorar y aprender.
Lenguaje y comunicación: con la comunicación se desarrolla el pensamiento y se elaboran conceptos, les ayuda a relacionarse con los demás, les prepara para la escuela.
Desarrollo
de funciones ejecutivas: En este
periodo de infancia el niño va regulando su atención, la memoria, percepción,
planificación.
Interacción
social: Los niños aprenden
mucho a través de las relaciones sociales.
Etapas de aprendizaje:
DE
0 a 6 meses. Son capaces de observar y manipular, de manera que estimulan sus
destrezas. Se sientan solos, emiten sonidos.
DE
6 a 12 meses. Comienzan sus desplazamientos solos gateando y caminando.
Empiezan a mostrar su personalidad sus emociones con enfados ante lo se les
niega. Empiezan a aprender pautas de comportamiento.
De los 2 a 4 años. En esta etapa hay un importante desarrollo social, ya comienza la escuela infantil y el colegio y el nivel de interacción con iguales es mayor.
De
4 a 6 años. En esta etapa el
lenguaje está en pleno desarrollo y la necesidad de compartir con iguales va a
encauzar su personalidad. Se inician buenos lazos de amistad.
Como adultos
El
papel de los padres es fundamental, facilitando espacios para explorar y
comunicarse, incentivando juegos y motricidad. Crear
entornos estimulantes, desarrollar habilidades y proporcionar herramientas para
el aprendizaje.
Debemos
motivar y estimular la curiosidad que posee el niño de forma natural. El niño
aprende mejor con la compañía y estimulo del adulto.
Facilitar
la imaginación a través del juego compartido. El juego es la herramienta más
importante en este periodo, para adquirir conocimiento, habilidades, crear
ideas, despertar la imaginación, mejorar
su memoria.
Los
padres muestran el camino para que lo aprendido les oriente en la toma de
decisiones, actuaciones y construyan su personalidad. Han de dar confianza,
seguridad.
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