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Trastornos de vision en niños

 

     





Los trastornos de baja visión en la edad infantil pueden afectar el aprendizaje, son muy comunes y les pueden dificultar su rendimiento académico ver y entender lo que se está explicando, por ejemplo, en la pizarra o en libros.

    La detección temprana de las anomalías visual es fundamental para prevenir desordenes en el aprendizaje. Algunos de los problemas de visión más frecuentes son:

Miopía:

Se caracteriza por la dificultad para ver objetos lejanos, lo que resulta en una visión borrosa. Generalmente comienza a aparecer alrededor de los 6 años. Es un problema frecuente.

Es usual que los padres noten que los niños guiñen los ojos para enfocar objetos lejanos.

Hipermetropía:

Esta alteración provoca visión borrosa de cerca y puede ser fisiológico al nacer, aunque puede persistir en algunos casos. La hipermetropía no corregida puede llevar a ambliopía o estrabismo.



Astigmatismo:

Causado por una curvatura irregular de la córnea, provoca visión borrosa tanto de cerca como de lejos. Suele disminuir en los primeros años.

El niño con astigmatismo tiene una percepción distorsionada de las imágenes, viendo en ocasiones los objetos deformados, teniendo que  realizar un gran esfuerzo para intentar compensar el dificultad visual, lo que le provoca dolor de cabeza, molestias oculares (parpadeo frecuente, ojo rojo, picor) y como consecuencia bajo rendimiento escolar.

Ambliopía (ojo vago):

Afecta entre el 2% y el 5% de la población infantil y se manifiesta como una disminución de la agudeza visual con visión borrosa y mala percepción de  profundidad. No tiene daño estructural evidente en el ojo. Es crucial diagnosticarla antes de los 6-10 años para evitar que se vuelva irreversible.

Algunos de los síntomas son: frota y cierra el ojo con frecuencia, ojos en ocasiones desalineados, para mirar suele girar a cabeza hacia un lado, dificultades en la lectura salto de palabras, sustitución de palabras, dificultades en motricidad fina con letra desordenada con las consecuentes dificultades de atención y concentración. Los niños hacen un esfuerzo añadido para concentrarse, causando fatiga al leer.




Estrabismo:

Dificultad para enfocar dando visión doble o borrosa. Tienen dificultades para alcanzar la agudeza visual y una percepción de profundidad deficiente.  Se puede presentar con giro constante de un ojo en cualquier dirección.

 Puede afectar a la lectura y concentración en las tareas que requieren visión cercana. Estas circunstancias en ocasiones provocan dolores de cabeza y cansancio.

 Síntomas a Tener en Cuenta

Los padres deben estar atentos a ciertos signos que pueden indicar problemas visuales, tales como:

Dificultad para leer o escribir.  Inclinación de la cabeza para ver mejor.

Ojos rojos o llorosos.  Dolores de cabeza frecuentes.

Sensibilidad a la luz.

Detección y Tratamiento

Es fundamental realizar un examen oftalmológico completo alrededor de los 3 años para detectar cualquier defecto visual. La detección temprana permite implementar tratamientos efectivos, que pueden incluir gafas, terapia visual o cirugía en casos más severos.



La concienciación sobre estos problemas visuales y sus síntomas es clave para asegurar un desarrollo saludable y prevenir complicaciones a largo plazo en los niños.

 

 

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