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Aprendizaje y desarrollo

 

 

Según Piaget, el aprendizaje es un proceso, a través del cual el niño por medio de la experiencia, la manipulación de los objetos y la interacción con personas va construyendo su conocimiento del mundo que le rodea. Todo lo que el niño toca, oye y ve, va moldeando su cerebro y le permite su desarrollo, pensar, sentir, moverse y aprender.

Durante los 6 primeros años el niño desarrolla habilidades muy rápidamente. Aprende a hablar, a comprender el entorno y actuar adecuadamente en el. Desde que el bebe nace comienza a recibir y absorber todo tipo de información. La plasticidad del cerebro hace posible el aprendizaje durante toda la vida.

El aprendizaje por tanto se concreta con un adecuado desarrollo físico, emocional y mental, la interacción de la maduración biológica y la experiencia en el entorno que le rodea.

Las experiencias que el niño tenga generan conexiones neuronales y van dando forma a su aprendizaje.  En la medida que crecen van dominando el lenguaje, el control emocional y controlan sus relaciones sociales.




Desde los primeros meses de vida la estimulación es básica, ofrecer un entorno rico en experiencias sensoriales, afectivas e intelectuales facilita un desarrollo cerebral adecuado. Los procesos naturales de aprendizaje son la exploración, la imitación, la repetición y la experimentación.

Cada niño tiene un proceso diferente en su aprendizaje y por ello, hemos de tener en cuenta:

Su estilo de aprendizaje:      Cada niño tiene una forma más acentuada de aprender, unos prefieren la observación, otros la práctica, otros el aprendizaje auditivo. 

Su ritmo de aprendizaje: Este puede variar, unos Irán más rápidos otros más tranquilos para alcanzar los objetivos. Hemos de ser paciente y dar apoyo a los que necesitan más tiempo.

Sus intereses y motivaciones:  En la medida que podamos involucrarlos en las actividades que les interesan, mayor será la motivación por explorar, buscar y aprender.  

Los procesos naturales del aprendizaje se llevan a cabo de la siguiente manera desarrollan sus habilidades en 4 áreas principales:

Desarrollo cognitivo.

Nos referimos a aquellos aspectos que hacer crecer su conocimiento y le permiten entender su entorno.

El niño desarrolla su memoria, aprende a resolver problemas.

Fomentemos juegos según su edad, de memoria, rompecabezas, lecturas, actividades que fomenten el razonamiento.

Desarrollo del lenguaje.

A los cinco años el niño ya es capaz de entender todo el lenguaje y contarnos sus sentimientos y hechos que le han ocurrido. 

Desarrollo social y emocional.

El niño va formando amigos, se adapta a los entornos en los que tienen que convivir.

Podemos fomentar la interacción con otros niños, dando oportunidades de comunicación, colaboración, resolución de conflictos. En general ofrecer herramientas que potencien su desarrollo personal y autonomía.

El niño va descubriendo sus emociones y aprenden a identificar lo que siente y puede expresarlo, triste, feliz, enojado.

Desarrollo Físico.

El movimiento del cuerpo permite al niño realizar actividades, conecta todos sus sentidos, información que recibe a través de las manos, lugar que ocupa su cuerpo en el entorno, sus desplazamientos hasta conseguir controlarlo.

Sobre los 5-6 años, le gusta jugar con pelotas, triciclo, saltar, correr, trepar y en cuanto a su motricidad fina ya es capaz de utilizar tijeras y cortar folios.

Otientaciones:

·        Si les facilitamos un entorno donde puedan jugar, explorar y experimentar, fomentamos su imaginación y habilidades tanto cognitivas como sociales. Hemos de crear un entorno seguro donde puedan aprender sintiendo confianza.

·        Conversar, escuchar, leer cuentos con ellos.

·        Facilitarle actividades en grupo, como un deporte, música etc.

·        Poner límites, horarios, rutinas.. Le ayudaran a crear un entorno predecible y seguro.

 Como padres hemos de escucharlos, ayudarles a tomar decisiones, establecer límites, rutinas y responsabilidad.

 

 

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