Numerosos estudios reafirman la importancia que tiene el contacto físico entre los seres humanos. Con los niños, el contacto físico es fundamental y no solo desde el punto de vista fisiologico sino también emocional, ellos son más indefensos, inmaduros y se encunetran en fase de desarrollo y formación. El contacto físico interviene en la regulación de muchas de las funciones clave del organismo, como la frecuencia cardiaca, la presión sanguínea y aumenta los niveles de hemoglobina. Un abrazo activa la producción de oxitocinas (hormonas que reducen los estados depresivos, la ansiedad y aumentan la receptividad hacia las demás personas) y endorfinas ( que causan una sensación de euforia). Un acto tan sencillo como un abrazo, nos hace sentirnos queridos, protegidos, comprendidos, reconfortados... En un estudio realizado por el Nationwide Childrens´Hospital de Ohio, ponen de manifiesto que en el desarrollo del cerebro del bebe, los abrazos, las demostracion...