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Memoria infantil





El desarrollo de la memoria es un proceso de construcción gradual y complejo. Ya desde bebes se identifica la voz de la madre, determinados olores, sonidos, rostros etc.., pero todavía no puede categorizar los recuerdos. Será posteriormente cuando pueda establecer, dónde lo escuchó, lo vió, quién, cuándo etc.
A lo largo de niñez el aumento de esa capacidad es muy significativo. Pasamos de reconocer a recordar. El niño comienza con la capacidad para identificar algo ya conocido previamente, recordar supone un paso más y consiste en reproducir cosas que están ausentes, que en ese momento no ve. A partir de los diez meses un bebé ya puede estar preparado para encontrar un objeto escondido segundos antes. Será después del año cuando pueda encontrar cosas que no ha visto desde hace largo rato, y finalmente el desarrollo del lenguaje le permitirá nombrarlas y evocarlas. Al lo largo del tercer año aparecerá la conciencia de “el yo como organizador de los sucesos que ocurren entorno a él”. El proceso de memoria entra en otra fase, el niño ya interpreta la realidad y dispone de una estructura narrativa para contarla.
¿Qué factores van a influir en una buena calidad del desarrollo de la memoria?.
Familiarización con los objetos, repetición de situaciones o secuencias, interacciones sociales, interacciones emocionales, comunicación, etc..
¿Cómo ayudo a mi hijo?.
Familiarización con el mundo: Lo importante es obtener información de lo que les rodea, manipular, jugar, tocar, explorar. Esta información base, será la estructura donde enlacen las nuevas informaciones.
Creando rutinas: El establecimiento de rutinas es fundamental para el desarrollo del bebé, ya que le aporta seguridad en sí mismo y contribuye al avance de la construcción de la memoria, sabrá que si lo montan en el cochecito sale a pasear, que si ve preparativos de comida va a comer, que cuando se saca la toalla llega el baño, que después del cuento hay que dormir, etc.
Repetición de situaciones: Les encanta que les repitamos una y otra vez los mismos juegos, cuentos, canciones, etc.
Comunicación:. Desde el momento en que los niños pueden expresar sus recuerdos, es cuando pueden retenerlos en la mente, iniciando un proceso de memoria a largo plazo. Gracias a la adquisición del lenguaje, el niño tiene la capacidad de relacionar, de narrar una escena o una historia y esto le permite dar un gran paso, organizar los recuerdos.
Interacción social: Cuando los padres interactúan con sus hijos de forma natural, dando nueva información y enlazándola con acontecimientos vividos conjuntamente, con su propia experiencia, cargándolo de sentido emocional les será más fácil recordar mayor cantidad de detalles.
Marcadores visuales: A partir del segundo año, los niños almacenan mejor la información a través de imágenes que sólo con palabras. El cuento ha de estar apoyado con imágenes sencillas que proyecten lo que les verbalizamos. Pero también hemos de tener presente, que la realidad ayuda más que las imágenes, la realidad está más cargada de factores emocionales. Los recuerdos de acciones vividas nos servirán como puente sobre el cual enlazar las nuevas informaciones, por ejemplo tras un día de playa cargado de experiencias y emociones, si le contamos un cuento sobre la playa, todo lo que le comentemos lo podremos enlazar con lo ocurrido ese día.
Como pedirles que narren un hecho: Los conceptos temporales hoy, mañana, etc. no están presentes en los primeros años. Si les pedimos que nos cuenten lo que ocurrió ayer, es probable que no nos respondan, pero si podemos ayudarles a recuperar la información ofreciendo señales “Te acuerdas del castillo de arena…….”¿qué pasó después?, cuéntamelo.

Les dejo este video interesante






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