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Importancia del gateo

 


    El gateo es una etapa del desarrollo motor que suele producirse entre los 7/10 meses. No todos los bebes seguirán el mismo ritmo, algunos se lo saltaran y otros alargaran la fase. Cada niño tiene su ritmo y no deberíamos de forzarlo a andar erguidos cuando no estén aún preparados para ello.

El arrastre y el gateo tienen un papel muy importante en el desarrollo neurológico, ya que estimulan motricidad y cognición. La actividad motora es paralela al desarrollo de la inteligencia y se complementan. A través del movimiento coordinado, el bebé activa conexiones neuronales cruciales que son esenciales para el aprendizaje, la percepción espacial y la interacción con su entorno.

El bebe necesita entre los 6/9 meses experimentar sensaciones con su cuerpo, no debemos dejarlo continuamente parado en hamacas, sillita, cuna etc. Para que solo observe y no experimente.

El patrón del gateo presenta cuatro puntos de apoyo, las dos manos y las dos rodillas y es un patrón contralateral, se produce de forma cruzada coordinando mano izquierdo rodilla derecha y mano derecha rodilla izquierda.

Este patrón contralateral le prepara para una buena coordinación dinámica, fundamental para todos los movimientos posteriores, andar, correr, saltar, subir y bajar escaleras, trepar, etc.

El gateo desarrolla:

La coordinación motora, fortaleciendo los músculos del tronco, los brazos, cadera y piernas, preparando los posteriores pasos de equilibrio y coordinación básicos para sentarse y caminar.

También hemos de tener en cuenta que ayuda a desarrollas es sistema vestibular, encargado de regular el equilibrio.

La exploración del entorno, con el consecuente desarrollo de habilidades táctiles (desarrollo del tacto para futuras tareas de psicomotricidad) , visuales (ayuda al enfoque de distancias) y espaciales (coordinación ojo mano). El gateo les  ayuda a integrar información sensorial y organizar su cerebro, desarrolla es sistema propioceptivo. 

El gateo ayuda a crear conexiones entre los dos hemisferios cerebrales, lo que favorece la maduración de funciones cognitivas como la atención, la planificación y el aprendizaje posterior.

Les facilita confianza, pues los lleva a realizar acciones de forma independiente. Al desplazarse por sí mismo, el bebé gana autonomía, puede ir hacia lo que le interesa y esto aumenta su confianza y autoestima. Además, al explorar y conseguir metas por su cuenta (alcanzar un juguete, superar un obstáculo), se refuerza su sensación de logro y su motivación para seguir aprendiendo.

Para que el niño consiga sentarse, es necesario pasar por etapas y conseguir el control postural, iniciándose boca abajo en los primeros meses, apoyando antebrazos e incorporando la cabeza, volteándose, arrastrándose, sentado solo manteniendo equilibrio.

El bebe empieza boca abajo separando el cuerpo del suelo, comienza a sentarse de rodillas, a balancearse de delante hacia atrás e inicia el gateo.

Es importantísimo el tiempo de juego en el suelo, acondicionemos un espacio seguro y cómodo donde pueda explorar y moverse, donde tenga objetos de diferentes texturas formas y colores, que pueda explorar.

El suelo es el lugar básico para el niño. El tiempo que pasa en el, jugando será el que facilite el control de su cuerpo y le dará confianza. Las tronas, sillitas, parques, andadores etc. son limitadoras del movimiento espontaneo.

Juguemos con él, en el suelo, boca abajo, sentados animando al niño a alcanzar y coger un juguete, colocado a una distancia.



No hemos de preocuparnos si el bebe no gatea, pero si se ha demostrado que el gateo es un factor muy importante para el desarrollo físico e intelectual.

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