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Desarrollo de las emociones

 








Las emociones son importante motor e  impulso para realizar las tareas, nos impulsan a tomar decisiones a participar en actividades, a comunicar sensaciones y necesidades.

Las emociones son parte imprescindible de nuestro desarrollo y equilibrio del ser humano para  poder establecer relaciones sociales correctas y satisfactorias. El desarrollo emocional y afectivo en el niño es un  proceso por el cual construye su identidad, su autoestima, la seguridad y confianza en sí mismo y en el mundo que le rodea.

Muchas investigaciones ponen  de  relieve la importancia en nuestra vida del desarrollo emocional por encima de nuestro coeficiente intelectual, la conciencia emocional y habilidades para controlar sentimientos determinarán nuestro futuro y nuestras relaciones familiares y sociales.

 DESARROLLO DE LAS EMOCIONES DE 0 A 3 AÑOS

*En el primer año el bebe se comunica con el llanto, sonrisa y jerga, nos trasmite emociones básicas como miedo, alegría, sorpresa, tristeza, enfado y asco. Comienza a compartir esas emociones con sus conductas. Son capaces de distinguir caras de alegría, tristeza, enfado aparece la rabia o el disgusto, respondiendo cada vez más a las caras o a la voz. Empiezan a reaccionar ante desconocidos y ante la separación de los cuidadores.

Es fundamental mostrarles afecto y contacto físico,  desarrollaremos este tipo de emociones, ya tienen la habilidad para detectar el significado de las expresiones emocionales en otras personas, coordinando la voz con los gestos de la cara.

*A partir de los dos años,  gracias a sus desarrolladas capacidades cognitivas, la conciencia de sí mismo y de los demás, aparecen las emociones sociales. Ha madurado a nivel cognitivo, ha adquirido lenguaje y se puede expresar de manera más adecuada y consecuentemente reduciéndose el llanto.

También entra en una fase entre el deseo de independencia y autonomía  creando cierto conflicto o frustración. Se manifiesta egocéntrico, lo que llevará  a romper los límites, con las consecuentes pataletas y rabietas, experimentando sensaciones muy contradictorias.

Aparecen también muestras de empatía y también la envidia para con iguales al querer posicionarse frente a los iguales.

 

*A partir de los 3 años comienzan a tener mayor eco afectivo sobre lo que les ocurre a los otros, por la experiencia y porque se van poniéndose más fácilmente en el lugar de los otros. En este periodo los procesos de control se van asentando y perfeccionando.

En este periodo ya es capaz  de poner nombre a las emociones y tener cierto control sobre las mismas siempre con la ayuda del adulto, su modelaje y juego compartido, este es una herramienta poderosa pues el niño aprenderá a relajar  su agresividad y tensión y le ayuda a expresarse en diferentes situaciones. Otra herramienta poderosa serán los cuentos nos facilitan trabajar  muchos puntos de las emociones y comprender e interpretar su significado.

 *En torno a los 4 años, comienza a entender a los otros y que sus sentimientos pueden ser diferentes, lo que le ira permitiendo comprender las emociones de los demás. Inicia un proceso de regulación emocional a través de las experiencias, los niños aprenden no sólo de los que se les dice, si no de lo que ven que hacemos, por lo que es importante que haya congruencia entre la comunicación verbal y no verbal, como padres hemos de contener, apoyar, comprender  y enseñar. Poco a poco aprenden a expresar las emociones de forma adecuada a la situación, a enmascarar sus sentimientos y ocultarlas en determinadas situaciones.

El niño se va volviendo más amistoso, conversador y curioso, explora las formas de relacionarse con las personas. Puede ser más empático mostrar compasión por iguales. Necesita contar lo que está viviendo porque eso le hace saber que está presente en el mundo y que su experiencia es importante.

Ya identifican muchas emociones y  son capaces de dominarlas y usarlas a su favor. Se sienten capaces de enfrentar retos con mayor confianza y disciplina.

En esta etapa el lenguaje juega un papel importante. Gracias a este, el niño será capaz de comprender la realidad, comunicar experiencias y expresar sentimientos.


*Aproximadamente a los 5 años comienzan a ser conscientes de que los demás tienen sus propios sentimientos, deseos y necesidades. A partir de ellos realizan inferencias sobre qué pueden estar sintiendo el otro ante una circunstancia concreta.

Las relaciones sociales van aumentando ya tiene amigos, prefiere jugar con sus compañeros  más que con adultos y disfruta de esas relaciones, crece la intensidad y la complejidad de sus emociones. Ya se enfadan por razones más maduras. Ya perciben las injusticias, las críticas, la incomprensión, incluso el sentirse rechazados.

 

Recordemos

Durante este periodo infantil suelen tener conductas desajustadas, hemos de tener en cuenta que los cambios exigen esfuerzo y tiempo por parte del niño y del adulto. Como podemos ayudarles desde bebes:

·         Potenciar la afectividad hacia el bebé, creando un clima de amor y afecto. Lo que permitirá crear un apego y vinculo seguro.

·         Estimular la expresión de sus emociones, dándole nombre  a lo que siente. Escuchando atento lo que nos manifiesta. Reflexionar con el sobre como se siente cuando se enfada, esta triste..

·         Es preciso ayudar a la gestión de rabietas y alcanzar a calma. Utilizando un tono adecuado cuando se le habla.

·         No le ridiculizar las situaciones en las que se enfrenta a nuevas conductas

·         Elogie su comportamiento positivo y la expresión adecuada de sus emociones

·         Enseñarle a expresar con calma lo que le gusta y lo que le molesta

·         En cualquier caso, consiga o no sus objetivos, reconozca y valore su esfuerzo. Pase lo que pase estará aprendiendo.

·         Explicarle sobre  las consecuencias de los comportamientos inadecuados.


 Herramientas que pueden ser útiles

Juego simbólico: El juego simbólico, que se inicia a los dos años, le ayuda a organizar sus sentimientos y hablar con más frecuencia sobre sus emociones y sentimientos mientras reproduce situaciones del día a día. Este juego es una especie de descarga emocional. El pequeño puede adoptar distintos roles, así como estados emocionales diferentes al suyo.

Juego simbólico

El semáforo de las emociones, permiten a los niños detectar cómo se manifiestan en ellos las emociones básicas y qué pueden hacer cuando estas se salen de control. Además es una herramienta muy eficaz en niños con cierta dificultad para expresar o regular sus emociones.

El monstruo de colores. El personaje está confuso y será a través de os colores como exprese sus emociones, identifica qué está sintiendo y cómo resolver su confusión.

Juegos de roles: para lo más mayorcitos,  gusta actuar, interpretar superhéroes o personajes de películas. Una forma divertida  que ayuda a los pequeños a familiarizarse con situaciones de la vida cotidiana. Interpretar, a un médico, un cocinero, una maestra le hará llevar a la práctica la cotidianidad y expresar sensaciones  nuevas de otros personajes.  Van a encontrar oportunidades de expresar alegría, tristeza, miedo, amor….

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