La grafomotricidad es el ejercicio tanto perceptivo como motor que realiza el cuerpo para escribir o dibujar. Se requiere una maduración y aprendizaje de las habilidades motoras finas. El niño va adquiriendo las destrezas motoras finas, con el control del movimiento del antebrazo, la muñeca, la mano, los dedos y la coordinación de los mismos, que le permitirán realizar el conjunto de movimientos que requiere la escritura. Estas destrezas se van a desarrollar hasta los 6 años, se va precisando poco a poco y con la práctica y manejo de útiles de forma que sientan las bases para el aprendizaje de la escritura. Para potenciar esta actividad se debe trabajar los movimientos de precisión, el agarre, la fuerza, la coordinación oculo manual y la orientación espacial Fases por las que va evolucionando el niño: 1-2 años: Ya puede coger lápices y realizar trazo, aunque sin orden, son movimientos impulsivos y descontrolados, pues aún no tiene una adecuada coordinaci...